Formada por más de 26 mil obras, la biblioteca personal y archivos documentales del poeta Alfonso Canales fueron incorporados este año a los fondos de la Universidad de Málaga, donde el escritor es recordado a seis años de su deceso ocurrido el 18 de noviembre de 2010.La colección fue declarada desde 2012 como Bien de Interés Bibliográfico de Andalucía, y según reportes periodísticos, el total de las piezas ha sido inventariado y descrito en un libro editado por la institución.
Alfonso Canales Pérez nació en 1923, en Málaga, una ciudad y municipio de España. Durante su juventud estudió dos carreras: Filosofía y Letras, y Derecho. Ejerció como fiscal y abogado durante gran parte de su vida pero el arte no quedó fuera de ella.
Fue profesor de música en el Conservatorio de Málaga y docente de Historia del Arte y Literatura en el Seminario Diocesano. Su pasión por las letras lo llevó a iniciar su creación literaria con algunos versos que después se convertirían en decenas de antologías.
En 1943 se publicaron sus primeros poemas “Cinco sonetos en color y uno negro”. En 1950 comenzó a realizar tertulias literarias en su casa con invitados como Dámaso Alonso, Gerardo Diego, Julio Caro Baroja y Camilo José Cela.
El mismo año salió a la luz su pieza “Sobre las horas”. Doce meses más tarde sería fundador de la revista “Papel Azul” (1951-1952). Colaboró con José Antonio Muñoz Rojas en su colección de libros “A quien conmigo va” y “El Arroyo de los Ángeles”, con José Salas.
Según el portal “www.cervantesvirtual.com”, en 1952 creó con varios amigos la revista malagueña de poesía “Caracola”. Participó en la redacción del impreso hasta 1973, el cual era dirigido por José Luis Estrada.
“El candado” (1956) consagra su voz poética dentro de una vertiente existencial que simpatiza con la poesía de la experiencia y el conceptismo estético que tiene como centro las preocupaciones sobre el paso del tiempo, Dios, la lucha contra el olvido y la memoria humana.
Su obra “Aminadab” (1965) lo llevó a obtener el Premio Nacional de Literatura de ese año. En este texto, el autor reflexiona sobre la dualidad de la existencia, el bien y el mal, la vida y la muerte, así como la indagación en la cara oculta del ser humano bajo la simbólica alusión al diablo.
En 1966 se convirtió en miembro correspondiente por Andalucía de la Real Academia Española, añade la página web “www.acec-web.org”. En 1973 recibió el Premio de la Crítica por “Réquiem andaluz” (1972), donde aborda una línea metafísica y elegíaca.
Logró ser presidente de la Real Academia de Bellas Artes de San Telmo, en 1981.
De acuerdo con conocedores de so obra, sus últimos versos “Poemas de la teja” (1998), “Nuevos poemas de la teja” (2000) reflejan la angustia existencial y una reflexión amarga sobre la pérdida, la ruina y el devenir hacia la nada, siempre con un matiz tranquilo.
La obra de Alfonso Canales está compuesta por una gran cantidad de títulos, entre los que destacan “Reales sitios” (1970), “Navidades juntas” (1970), “El año sabático” (1976), “Ocasiones y réplicas. Puerta del mar” (1986), por mencionar algunos.






