MONTERREY, NL 10-Jul-2024 .-Que no te dé amnsiedad si te cancelan o funan, si te ghostean o te sientes nadaqueveriento… be delulu, que a esta vida se viene a chillear.
No te preocupes si no entendiste algunas -o todas- de esas expresiones. Es comprensible si no formas parte de la generación Z, la integrada por las personas nacidades entre 1996 y 2012 o, de plano, estás fuera de redes sociales.
A algunos podría darles cringe que se intente explicar qué son esas palabras con las que se comunican, pero vale la pena saber no sólo su significado, también cómo surgen, así como entender que no es algo único de los tiempos actuales.
«Siempre han existido estos sublenguajes, jergas, lenguajes de grupo, que distinguen a quienes los usan», señala María Eugenia Flores Treviño, especialista en análisis del discurso de la Facultad de Filosofía y Letras de la UANL.
«Eso hacemos siempre con la lengua. Tomamos las cosas y les ponemos nosotros el significado».
Basta pensar en frases tan conocidas como «qué onda» o «qué chido» o términos más recientes como lol y yolo.
Especialistas en lenguaje consideran que se inventan nuevas palabras en búsqueda de un lenguaje que represente mejor a quien lo usa.
Conforme la comunidad empieza a tener cambios en su cultura, los objetos con los cuales se relaciona y la realidad que experimenta, surge una necesidad de hablar a partir de esas vivencias, señala Xitlally Rivero Romero, especialista en análisis del discurso con enfoque en lingüística cognitiva.
«Va incorporándose la necesidad de incluir nuevos vocablos o modificar la forma en la que nos expresamos de una u otra manera, o se extiende el significado de una palabra que antes solo se refería a unas cosas y de pronto se refiere a otro tipo de situaciones», comenta.
Las nuevas expresiones pueden ser «adoptadas» de otro idioma para después adecuarlas al lenguaje usado o darles otro significado.
También hay aquellas que nacen a partir de una película, serie, podcast o reality, como la reciente «y la queso» o «soporta», para expresar que las opiniones de otros no interesan.
SENTIDO DE IDENTIDAD
Las personas también inventan o usan ciertas palabras en la búsqueda de un sentido de pertenencia.
«Cada generación, en todo tiempo, ha buscado un modo de distinguirse de los demás, pero de afiliarse entre ellos», apunta Flores. «Es algo relacionado con ese instinto gregario que tenemos, de tener un grupo al cual pertenecemos».
Por eso se vuelve tan común que personas mayores no comprendan la manera en que los jóvenes se comunican entre ellos. Y eso no sólo pasa entre generaciones, también entre grupos sociales, de profesiones y entre familia.
«Una de las cosas maravillosas que nos permite la lengua es justo tener este sentido de pertenencia con mi comunidad lingüística», menciona Rivero.
«Pensemos, por ejemplo, en las familias. Es muy normal que a partir de experiencias en donde algún miembro de la familia no podía pronunciar bien una palabra, surja otra. Esa particularidad se incorpora al registro familiar».
Actualmente, sin embargo, las nuevas palabras de esta generación surgen y se difunden con mayor facilidad debido al uso de las redes sociales.
La crítica más común a este fenómeno viene de adultos, quienes opinan que los jóvenes no saben hablar correctamente y el español se perderá.
Para las especialistas esto sólo sería un problema si los chicos sólo logran comunicarse con sus términos y olvidan o no desarrollan el vocabulario tradicional.
«A mí me parece que van enriqueciendo el idioma, que se va quedando esa forma metafórica de nombrar su realidad», considera Flores.
Lo más importante es que sepan dónde, cuándo y con quién comunicarse de cierta manera.
También invitan a la población a despertar ese interés por adentrarse en estas expresiones, por qué ocurren los cambios en el lenguaje, cuál es la historia de las nuevas palabras y qué significan. Eso que llaman curiosidad lingüística.