La ciudadanía en México necesita alcanzar mejores condiciones de vida. Eso está fuera de toda cuestión. La manera en que podría ser alcanzado ese propósito es la que causa el desacuerdo. Pero, incluso en medio de las diferencias, hay asuntos que no deberían ser fuente de discusión ante la contundencia de los hechos. Uno es, por ejemplo, la corrupción.

Incluso, si se les preguntara a algunos de los mayores beneficiarios del saqueo de la riqueza nacional estrían de acuerdo en el daño que provoca el cáncer de la corrupción a México. Por eso, la idea de que hay que combatirlo con todo el poder del Estado debe ser apoyada sin cortapisas, lo que implica que, de la misma forma en que deben ser investigados y sancionados los casos de corrupción de los gobiernos pasados es necesario que se persigan y castiguen los del presente. Hay que acabar con la impunidad y en eso, me parece, también estamos de acuerdo.

No es de extrañar que esos temas sean frecuentemente señalados, tanto al interior del país como por parte de los organismos internacionales, como dos grandes obstáculos que impiden que México desarrolle su todo su potencial. Hay que agregar, también, la violencia y la inseguridad en las que la corrupción y la impunidad también tienen mucho que ver. Y, por supuesto, el grave retraso educativo que es otra herencia de décadas de malos gobiernos.

Ahora bien, nos equivocamos si llegamos a suponer que el Estado sólo puede resolver esos problemas, máxime, cuando está más que probada la debilidad de las instituciones. De ahí que resulte indispensable la participación de la ciudadanía y sus organizaciones para atender esos temas.

Es necesario decir que no basta aquí con la denuncia y el señalamiento; estos son válidos y más que bienvenidos, pero la situación nos exige un papel más activo comenzando por ser, nosotros mismos, agentes del cambio que pedimos: todo lo que nos disguste en los demás tiene que causarnos, incluso, un mayor rechazo en nosotros mismos.

Lo cierto es que sin ciudadanía activa no hay estado de derecho y así, México pierde.

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Arte e idiomas a partir de esta semana en el DIF TorreónTorreón, Coahuila. A 22 de abril de 2024.Con el propósito de ofrecer a la ciudadanía alternativas de capacitación que le ayuden a conseguir una mejor oferta laboral o emprender, el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) Torreón, prepara diferentes cursos de capacitación para esta semana sobre técnicas artísticas e inglés básico.Marlene Martínez Valdés, directora general del DIF Torreón, manifestó que a través de los talleres Tonantzin los participantes son preparados en diferentes áreas de interés y adquieren habilidades para su desarrollo laboral o incluso les sirve como terapia ocupacional, en algunos casos.“Se programan diferentes cursos para la formación y fortalecimiento de capacidades para el empleo y autoempleo, con variedad de opciones y horarios que se adaptan a las necesidades de la ciudadanía”, mencionó.En ese sentido, este lunes dio inicio el curso punto diamante, técnica que fortalece la creatividad y la concentración.El costo del taller es de 300 pesos y se abrieron dos grupos de capacitación, el primero de 08:30 a 11:30 horas y el segundo de 12:00 a 15:00 horas.Los días destinados a esta actividad son los lunes y miércoles a partir de este 22 de abril y hasta el 29 de mayo.Por otro lado, se abrió también un nuevo curso de resina que iniciará mañana 23 de abril para concluir el 30 de mayo.En este taller los asistentes aprenderán a trabajar este material para diseñar llaveros, dijes y otras manualidades.Los horarios serán para dos grupos, de 08:30 a 11:30 y de 12:00 a 15:00 horas. El costo del curso es de 300 pesos.Además, para las personas interesadas en aprender vocabulario, gramática y habilidades de comunicación en el idioma inglés, el DIF Torreón invita a su curso sabatino de nivel básico. Hay un cupo limitado para 15 personas con el objetivo de brindar una mejor atención.Dicho curso inicia este sábado 07 de abril y termina el 13 de julio. El costo es de 200 pesos al mes.