Posterior al fracaso electoral, estructural e ideológico del PRI en 2018 estuve buscando literatura adicional a los típicos escritos de investigación, crítica y propuesta que acostumbro adquirir después de cada comicio.

Al toparme con este libro noto en la contraportada a José Manuel Cuellar Moreno, un joven estudioso de la filosofía oriundo de la Ciudad de México que se animó a investigar y plasmar sobre Emilio Uranga, un filósofo-funcionario, periodista e ideólogo del PRI entre las décadas del 50´y 60´. Con una joya extraviada y olvidada en el baúl logró atrapar mi interés para investigar un poco más sobre este controversial personaje.

Desconozco las razones del autor para dejarnos una pregunta sin respuesta concreta o bien, con complejas respuestas de opción múltiple: ¿Qué puede significar ahora la R del PRI? Pareciera que, quizá muy en el fondo, le gustaría ver al PRI con esa y otras certezas bien definidas. Ver a ese partido levantarse y sacudirse para ser la oposición política y ciudadana que México necesita y estar nuevamente en la contienda para el 2024 o simplemente para dar una refrescada a un fragmento de la vida hegemónica “del partido” con la propuesta e ideología política de izquierda constitucional que abanderó el presidente Adolfo López Mateos en un momento histórico y decisivo: el milagro mexicano.

La Revolución Inconclusa nos lleva al ser mexicano desde el plano ontológico de la Revolución que llegaron a plantear Octavio Paz, Leopoldo Zea y Emilio Uranga; esa que en el Laberinto de la Soledad menciona como “la búsqueda y momentáneo hallazgo de nosotros mismos, el movimiento revolucionario transformó a México, lo hizo ´otro´. Del ser uno mismo es, siempre, llegar a ser ese otro que somos y que llevamos escondido en nuestro interior, más que nada como promesa o posibilidad de ser”.

José Manuel revela 3 propósitos de estos autores:

  1. Hacer de la filosofía de lo mexicano no una indagación acerca de la esencia del mexicano sino de la clarificación de una manera de ser y de concebir al mundo y al hombre.
  2. Elevar sus investigaciones al plano de la ética, poniendo el énfasis en la responsabilidad que ostenta cada uno en tanto mexicano y en tanto hombre.
  3. Convertir a la filosofía de lo mexicano en una filosofía de acción.

Más adelante nos pasea por un cacho de la historia con el polémico discurso de López Mateos en Guaymas, Sonora, el 1° de julio de 1960 que Uranga, con su gran habilidad alquimista, eleva como doctrina y concluye con Cosío Villegas y el pleito que les hará aterrizar la imagen de intelectual que se lleguen a construir en los primeros 4 capítulos con sus calumnias, injurias y obscenidades.

La belleza de la tesis de una Revolución inconclusa haciendo una analogía con la también inacabada sinfonía no. 8 de Franz Schubert nos invita al suspenso para que el espectador de ambas notas determine su continuación y final, aunque nadie nuca podrá jactarse de ponerle punto final y definitivo a ambas obras.

Las cosas no son o han sido, sino que pueden ser y serán por efecto de nuestras obras, así parafrasea José Manuel a Sastre. Les invito a leerlo.

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