Es difícil servir una Big Mac sin pan.

Una huelga de camioneros en Brasil por los altos precios del diésel ha dejado al menos a un McDonald’s en Copacabana con problemas para atender a sus clientes.

La última entrega de alimentos perecederos que llegó al restaurante fue el 18 de mayo, dijo el gerente Yladian Barbosa al periódico O Globo. Solo el miércoles, eso significó una pérdida de 18 mil reales (4 mil 960 dólares, aproximadamente).

El año pasado, alrededor del 45 por ciento de los ingresos de Arcos Dorados provino de sus cadenas brasileñas de McDonald’s, según datos compilados por Bloomberg. La sede de Buenos Aires de la compañía no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.

El miércoles, la compañía petrolera estatal de Brasil, Petrobras, intentó apaciguar a los conductores de camiones con una reducción del 10 por ciento en el precio del diésel. No funcionó.

Pero el único problema no es que los conductores se nieguen a volver a sus camiones. A las 10:21 horas de la Ciudad de México, las acciones de Petrobras caían 13.24 por ciento.

Es un momento difícil para Brasil, que todavía lucha por emerger desde su peor recesión y está afectada por una moneda que recientemente alcanzó un mínimo de dos años.

Fuente: elfinanciero.com.mx

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