La correcta nutrición en edad escolar
Por: Nutrióloga Yolanda Flores

La nutrición en los niños es la más importante, en cuanto a salud y en cuanto a hábitos alimentarios, ya que en ésta edad los hábitos quedan arraigados en su cerebro y determinarán su estado nutricional y estilo de vida futuros.
Según la ENSANUT (Encuesta Nacional de Salud y Nutrición) en el grupo de edad de 5-14 años la desnutrición crónica es de 7.25 en las poblaciones urbanas, en cuanto a la obesidad, México se posiciona como el número 1 a nivel muncial, con un promedio de 26% de niños y niñas, lo cual equivale a 4.1 millones de niños viviendo con éste problema.
En la etapa escolar (3 años a pubertad) los niños se encuentran en el crecimiento lento, y tiene requerimientos importantes de energia y de algunos nutrientes como las proteínas que son más altos que los requerimientos de un adulto. En ésta etapa su patrón alimentario se termina de formar y el proceso madurativo lo marca. Los niños aprenden por imitación a los adultos y esto afecta también a los hábitos alimentarios.
Bastantes niños comen en la escuela, lo que dificulta vigilar que el niño coma adecuadamente en cuanto a calidad y cantidad. Es de lo más normal que los niños no ingieran la cantidad necesaria de los alimentos o en su defecto abusen de las cantidades de los alimentos que les gustan, adoptando así, hábitos y costumbres que pudieran ser perjudiciales para su salud, por ejemplo: no querer engordar y por ende comer poco o nada, esto puede conducir a una posterior anorexia, en la otra cara de la moneda: desarrollar el gusto por la comida no saludable y no realizar actividad física y terminar en un caso de sobrepeso u obesidad.
Las recomendaciones para la correcta alimentación en dicha edad son:
No utilizar la comida no saludable como premio, por ejemplo: “Si te comes toda la comida te compro unas papitas”.
Acompañar el “lunch” con una botella de agua rellenable, para así inculcar el gusto por el agua natural.
Elaborar el refrigerio de media mañana en casa para así frenar la tendencia a la ingesta de comida vacía rica en grasas saturadas, y que contenga: Cereales (pan, granola, avena, amaranto) + proteína (carne, pescado, jamón, pollo, queso) + verdura (jícama, pepino, zanahorias baby, tomate cherry) + fruta + botella de agua.
Que los desayunos sean suficientes y variados (fruta + cereal + lácteo + semillas) con el fin de que el niño tenga un rendimiento adecuado durante la mañana y aprenda hábitos saludables.
Inculcar la actividad física frecuente.
Cuidar las horas de sueño durante la noche.
Preferir frutas frescas preparadas al gusto en vez de caramelos, papitas, etc.

“El médico del futuro no tratará el cuerpo humano con medicamentos, más bien curará y prevendrá las enfermedades con la nutrición.” ~Thomas Edison

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