Aunque la industria automotriz de Coahuila mantiene su competitividad y no anticipa recortes masivos de personal, las empresas muestran cautela en sus operaciones, frenan proyectos de expansión y ajustan gastos ante el impacto de los aranceles en Estados Unidos y la incertidumbre en el entorno económico internacional, afirmó Arturo Reveles Márquez.
El presidente de la Canacintra Coahuila Sureste explicó que algunas compañías han optado por no reemplazar posiciones vacantes y que, aunque existen plantas que operan al 90 o 95% de su capacidad, otras han reducido líneas de producción.
Esta desaceleración, dijo, se relaciona con una menor demanda en el mercado estadounidense, el alza en los precios de los vehículos y el efecto de los aranceles recién aplicados.
Recordó el entrevistado que, a principios de año, muchas plantas saturaron inventarios para abastecer a concesionarios en Estados Unidos antes de la entrada en vigor de los nuevos gravámenes. Actualmente, aproximadamente un 15% de la producción queda fuera de los beneficios arancelarios, lo que afecta el flujo de exportaciones.
Sobre el reciente despido de trabajadores en Daimler, reconoció que habrá un efecto en su red de proveedores, aunque muchos podrían compensar la baja de producción con pedidos de otras marcas. No obstante, advirtió que empresas con clientes exclusivos, como en el caso de Nissan resentirán el impacto.
Pese a este panorama, destacó inversiones como la de Ariston, que anunció 150 millones de pesos adicionales para producción este año, y reiteró que Coahuila y México siguen siendo atractivos para la manufactura por su infraestructura, mano de obra calificada y experiencia.






