CIUDAD DE MÉXICO 16-May-2025 .-En medio de las tensiones con Estados Unidos por la persecución a los cárteles y las supuestas listas de políticos mexicanos ligados al crimen, la Presidenta Claudia Sheinbaum reiteró que su Gobierno busca una relación bilateral de respeto, sin injerencismos ni subordinación.

En conferencia se le preguntó a la Mandataria si considera que existe una campaña para alarmar a la población sobre una posible intervención de Estados Unidos en el territorio nacional o para generar la percepción de que su Administración es débil ante posibles amenazas a la soberanía.

«Lo que yo sí le puedo decir al pueblo de México es que nosotros no aceptamos injerencismo. Hay una relación histórica con el Gobierno de los Estados Unidos en muchos temas, de la Secretaría de la Defensa Nacional y Marina, con el Comando Norte, hay colaboraciones, coordinaciones, en el marco de principios de confianza mutua, de defensa de la soberanía, de no intervención», respondió.

«Nuestra idea es tener la mejor relación posible con Estados Unidos, una relación de respeto y de no subordinación. Defendemos la soberanía nacional y colaboramos y nos coordinamos en el mejor ambiente, pero no aceptamos el injerencismo que había antes. Queremos una muy buena relación con Estados Unidos y en eso estamos; lo que no aceptamos es una subordinación. Lo que hacemos es un trato como igual».

Sheinbaum volvió a referirse a la polémica desatada por una publicación de la Embajada de Estados Unidos en México sobre la colaboración de autoridades de ambos países en un operativo para desmantelar laboratorios para la producción de drogas, en Sinaloa.

En ese contexto, reiteró que no existen agentes del Gobierno norteamericano operando en el territorio nacional.

«No participa ninguna agencia de los Estados Unidos en operaciones en México. Hay coordinación, hay colaboración, incluso la Agencia de Investigación Criminal de la Fiscalía General de la República está certificada por agencias de los Estados Unidos, pero que en las operaciones en México no participan», sostuvo.

Cuestionada sobre las razones por las que el País aún permite la certificación de elementos por parte de instancias extranjeras, la Presidenta recordó que se trata de acuerdos adoptados en sexenios anteriores y cuya prevalencia debe ser explicada por el titular de la FGR, Alejandro Gertz Manero.

-¿Por qué agencias de Estados Unidos certifican a la Policía Militar?

-«Es algo que viene de hace mucho tiempo. Esta certificación de la Agencia de Investigación Criminal es de la Fiscalía General de la República y viene de mucho antes del Presidente Andrés Manuel López Obrador.

-¿Y le parece bien o habría que cancelarla?

-«Pues hay que preguntarle al Fiscal qué sentido tiene esta certificación y que el Fiscal pueda informarlo».

Al abordar el tema, aprovechó para hablar sobre las ventajas de la colaboración con Estados Unidos en temas como las acciones para frenar el tráfico ilegal de armas.

-¿Nosotros certificamos a alguna policía de Estados Unidos?, se insistió.

-«No, pero sí hacemos algo, damos información para que haya operativos del otro lado de la frontera. Por ejemplo, una información que se dio sobre lo que estaba ocurriendo en Arizona, operaron las fuerzas del Gobierno de los Estados Unidos para incautar droga en armas.

«Por primera vez Estados Unidos tiene como una de sus prioridades incautar armas de Estados Unidos a México. En el pasado fue al revés, con el ‘Rápido y Furioso’ metieron armas a México con la idea de que algún día iban a detener a personajes de la delincuencia organizada, ahora, desde la primera llamada que tuvimos con el Presidente Trump, incautan armas», agregó.

Tras confirmar que el próximo lunes recibirá en Palacio Nacional al nuevo Embajador estadounidense Ronald Johnson, para la entrega de cartas credenciales, Sheinbaum aseguró que el diálogo con el Gobierno de Donald Trump continuará, con la finalidad de resolver problemas comunes en materia de seguridad, poner fin a conflictos como el provocado por el gusano barrenador, buscar las mejores condiciones ante los aranceles al acero y aluminio, así como la revisión del T-MEC.

Por Liz Salas