La creación de la Fiscalía de las Mujeres y la Niñez marca un momento trascendental en nuestra lucha colectiva por erradicar la violencia de género y garantizar los derechos de mujeres, niñas y niños en Coahuila. Este avance no es solo un logro institucional; es una respuesta directa a una causa social que ha sido prioritaria: la construcción de un entorno seguro, justo y equitativo para todas y todos.
La violencia de género no distingue edades, sectores o condiciones, pero su impacto afecta profundamente la cohesión de nuestra sociedad. Cada caso de violencia representa un llamado urgente para transformar las estructuras que perpetúan estas desigualdades. La Fiscalía surge como un instrumento que no solo busca impartir justicia, sino también trabajar en la prevención, el acompañamiento y la reconstrucción del tejido social.
Este esfuerzo no puede ser atribuido a un solo sector. Es resultado de un compromiso conjunto entre poderes, instituciones y la ciudadanía, que exige sensibilidad y acción frente a una problemática que ha lastimado a tantas familias. Desde la educación en igualdad hasta la garantía de acceso a la justicia, este proyecto requiere la participación activa de toda la sociedad para convertirse en una herramienta de cambio real.
La labor de esta nueva Fiscalía estará centrada en atender y proteger a quienes más lo necesitan, pero también en cambiar las dinámicas que han normalizado la violencia en distintos espacios. Su éxito dependerá no solo de su capacidad operativa, sino también de la corresponsabilidad de cada actor social: desde los gobiernos hasta las comunidades, pasando por cada persona que decide actuar para transformar su entorno.
El nombramiento de Katy Salinas Pérez como primera titular de esta Fiscalía es una pieza clave en este esfuerzo. Su experiencia y compromiso con la igualdad de derechos fortalecen este proyecto, pero más allá de los liderazgos individuales, el desafío es construir un sistema que, de manera integral, funcione para garantizar justicia y protección.
Como legisladora y representante del Congreso de Coahuila, reitero mi compromiso de seguir trabajando en coordinación con las instituciones, las organizaciones sociales y la ciudadanía para respaldar este esfuerzo histórico. Sabemos que el camino para erradicar la violencia es largo, pero cada paso dado con decisión y enfoque nos acerca a la meta de una sociedad más igualitaria y libre de violencia.
Hoy más que nunca, es fundamental recordar que la lucha contra la violencia de género no es solo una causa de las mujeres, sino de toda la sociedad. Garantizar que las mujeres, niñas y niños de Coahuila vivan con dignidad, respeto y justicia debe ser un objetivo compartido por todas y todos.
Unidos y coordinados, construiremos un Coahuila donde la igualdad y la justicia sean la base de nuestro futuro común.
