El vídeo tomado en el

Momento de los hechos

Dio la vuelta al mundo

Ex presidente de CNIC desvió

Los recursos para reparar los

Daños de la primera vez que

Sucedió algo muy parecido

Los 38 municipios se suman

Y firman por el mando único 

YO? yo voy con mi hacha                                                                                     

Aunque ya no es novedad, vale decir que el Seguro Social de Coahuila, como sucede en el resto del país, no solo tiene deficiencias en términos de médicos, enfermeras, paramédicos, equipo y medicamentos, sino que ahora por la falta de medicamentos, algunos edificios de clínicas y hospitales del sector rural, se le caen a pedazos.

Baste decir que ayer, pacientes, familiares y personal de la clínica 9 de Ciudad Frontera, se llevaron el susto de sus respectivas vidas porque se vino abajo parte del techo del edificio y se trajo con él todo lo que había entre el sitio donde se iniciaron los daños y el piso.

Con parte del techo, yeso y plafones, se cayeron los cables eléctricos que al chocar provocaron con el resto, fuerte estruendo que puso a la gente que presenció el evento, con los pelos erectos, de susto.

Vale recordar que no es la primera vez que sucede un evento similar en la misma clínica ante la total ausencia de acciones de mantenimiento.

Situación similar vive el hospital rural de San Buenaventura que desde hace dos años, se mantiene en pie, de milagro. En ese tiempo, el propio presidente de la república, López Obrador constató personalmente el estado del inmueble y se comprometió a que en las siguientes horas, esto es, al regresar a su despacho de palacio nacional, daría instrucciones para que en el curso de la semana siguiente se atendiera el problema.

Dos años, dos, hace de eso y no ha pasado nada. El deterioro del inmueble es mayor y las obras de reparación de los daños, no han llegado.

Imposible dejar para después que en el caso de la clínica 9 de Frontera, la entonces diputada local Melba Farias le reclamó al gobernador de aquel tiempo Rubén Moreira, el hecho de haber desviado los recursos asignados para esa clínica, y canalizarlos a otros fines.

Los medios dieron cuenta de como un ex presiente de la cámara de la construcción del rumbo, Ricardo Gutiérrez, se había prestado para ese hecho de tal suerte que nunca se supo en que se habían aplicado esos dineros o a que bolsillos habían ido a parar.

Vale decir que por aquellos días en que los espacios de la prensa escrita y electrónica los aparaban las fallas del seguro social, el director del GAN, Alonso Ancira declaró que con los recursos de la siderúrgica y de los obreros, el Instituto Mexicano del Seguro Social ya debería haber dotado a Monclova, se una clínica de mayor nivel, tipo la 25 de Monterrey.

Y nada, monada. Las deficiencia, como las pilas Duracel, siguen, siguen y siguen creciendo.         

[pvcp_1]

Por