El Gobierno de Brasil prorrogó por 30 días la medida mediante la cual restringió la entrada al país de extranjeros de cualquier nacionalidad con motivo de la pandemia del coronavirus, aunque con algunas excepciones.
«Queda restringida, por el plazo de treinta días, la entrada al país de extranjeros de cualquier nacionalidad, por carretera, por otros medios terrestres, por vía aérea o por transporte acuático», señaló la resolución, publicada en la noche del martes en una edición extraordinaria del Diario Oficial.
Según el último boletín del Ministerio de Salud, Brasil, el segundo país más castigado por la pandemia después de Estados Unidos, registra casi 60.000 muertes, con 1.280 fallecidos en el último día, y 1,4 millones de casos confirmados.
La resolución, que es similar a otras ya vigentes en los países vecinos de Brasil y que permite el flujo normal del transporte de carga, libera, sin embargo, el ingreso de extranjeros por vía terrestre o acuática procedentes de Venezuela.
Las restricciones, que están en vigor en Brasil desde finales de marzo, no se aplicará a migrantes residentes en el país, profesionales extranjeros en misión diplomática, humanitaria o de un organismo internacional, pasajeros cuyo destino final sea otra nación, ni a extranjeros que tengan cónyuge o hijo brasileño.
Tampoco afectará a los foráneos que ingresen a Brasil por vía aérea con la intención de residir por «un tiempo determinado» y que posean un visado para estudiar, realizar actividades artísticas o deportivas, trabajar, invertir o para una reunión familiar, según el texto.
En esos casos solo podrán desembarcar en los aeropuertos internacionales de Guarulhos, Viracopos, ambos en el estado de Sao Paulo; Río de Janeiro y Brasilia.
También deberán presentar una declaración emitida por la autoridad sanitaria de su país o médico local que certifique que no están infectados con el nuevo coronavirus.
La renovación de la medida llega un día después de que la Unión Europea oficializara no incluir a Brasil, como tampoco a Estados Unidos ni a Rusia, en su lista de países considerados «seguros», a los que les ha abierto sus fronteras.
Fuente: Efe