Si una sociedad basada en el mito de la productividad solo tiene necesidad de hombres
mutilados –fieles ejecutores, diligentes reproductores, dóciles instrumentos sin voluntad –
quiere decir que está mal hecha. Para cambiarla son necesarios hombres creativos, que
sepan usar su imaginación (Gianni Rodari, 1979).
En la clase de taller, lectura y redacción (TLR) alguna vez me pidieron consultar la
diferencia entre melancolía y nostalgia. En esa ocasión lo primero que pensé fue: son
palabras de frases de señor grande. De esos que ponen el tocadiscos, agarran el álbum de
fotos y empiezan a recordar cuando eran más jóvenes para después sin que nadie los vea
buscan aquellos recuerdos más privados para terminar esa sesión personal con un suspiro
de anhelo.
La melancolía, según el diccionario, es "la tendencia que tiene una persona a la tristeza
permanente", tal vez el primer síntoma de la melancolía es cuando le preguntas a tu
compañero o compañera godín ¿cómo estás?- te responde –estamos, que es ganancia-. Por
su parte la nostalgia es "tristeza melancólica originada por el recuerdo de una dicha
perdida” eso que les da a los políticos después de una semana de haber entregado el puesto
y darse cuenta que el poder se fue.
Mi hermana tiene un problema con Dumbo, bueno tal vez es un problema que yo tengo con
ella. No puede ver la película sin repetir diálogo por diálogo, tratando de opacar al narrador.
Posiblemente sea por eso que la película se encuentre en mi lista de películas no gratas,
pero ahora que lo pienso sea por la escena de mamá Jumbo tomando a su bebé elefante con
la trompa mientras se encuentra injustamente enjaulada, ya de acordarme me dio coraje y
nostalgia al recordar esas tardes de ver películas con la familia con el único miedo de que
las palomitas se te fueran a terminar.
Dumbo es la primera de las tres adaptaciones a imagen real que Disney llegaran este 2019,
seguidas de Aladdín y El Rey León. A su cargo encontraremos a Tim Burton, que vuelve a
encargarse de un proyecto similar tras haber tenido experiencia llevando Alicia en el País
de las Maravillas (2010) al terreno de la acción real, siendo la primera cinta de una
corriente que promete resucitar todo gran clásico de la Casa de Mickey Mouse.
La película del elefante de las orejas grandes es originalmente
el cuarto largometraje animado de Walt Disney Pictures. Basado en el libro para
niños homónimo de Helen Aberson e ilustrado por Harold Pearl, Dumbo fue producido
por Walt Disney y estrenado el 23 de octubre de 1941, hace unos cuanots ayeres. Dumbo
resultó ser un milagro financiero en comparación con otras películas de Disney.
Tal vez no todos recuerden con nostalgia tardes de comer y ver cine, otro tendrán en sus
memorias la lectura de sus padres antes de dormir, los libros que coloreaban para pasar la
tarde, los dibujos que realizaban para decorar su cuarto y el mejor de ellos exhibirle en el
Museo del Refrigerador donde la mejor crítica de arte ósea su madre decía a todo aquel
que se dejaba que su infante tenía más que talento.
La sencilla película solo costó 813.000 dólares, la mitad del costo de Blancanieves; menos
de un tercio que Pinocho, y ciertamente menos que la costosa Fantasía. Dumbo recaudó 1,6
millones dólares en su versión original. Recaudando mucho dinero, muchas lagrimas al
sentir empatía con el amor que le profesa mamá elefante a su elefantito y perturbación con
la escena de los elefantes rosas.
Se sabe y se tiene comprobado los beneficios a corto, mediano y largo plazo de las artes en
el desarrollo de la infancia, pero no solamente ayudan a un desarrollo cognitivo o
desarrollar la creatividad en diversas actividades de la vida. Pero dejando a lado las artes
demuestran ser parte de los escenarios que se recuerdan con nostalgia, reafirmado con
frases como “Mi tío me leía” “Papá me enseñó hacer papiroflexia” o “Mamá me llevó al
cine” demostrando una vez más que las artes tienen su magia y forman parte de la vida,
dándonos recuerdos que con el tiempo se vuelven mucho más valiosos y sin necesidad que
te salgan en Facebook.
Una gran suerte de Dumbo que tiene una madre que le ama con un amor incondicional,
algunos la tenemos otros la tuvieron y recuerdan con gran magia cada momento a su lado.
Disfrutemos de cada segundo con nuestros seres queridos, no solo en Instagram histories,
que parte de la nostalgia sea “hubiera realmente disfrutado el momento”, dejemos que la
vida de la mano con las artes envuelva nuestro día a día.






