Un niño de nueve años luchó contra el cáncer durante el tiempo suficiente para conocer a su hermana menor.

Bailey Cooper se encontró en una batalla contra el cáncer durante 15 meses. Su determinación: conocer a su hermana pequeña, quien nacería pronto.

Su madre Rachel, de 28 años de edad, dio a luz el pasado mes de Noviembre a la pequeña niña, y Baile fue el encargado de ponerle un nombre, Millie.

De forma trágica, Bailey falleció el día de Nochebuena, mientras sus padres lo acompañaban y constatarons su sonrisa, la cual permaneció ‘durante todo su tratamiento’.

No pensamos que duraría tanto tiempo, pero estaba determinado a conocer a Millie. Ya era el final de noviembre y Millie nació. Él la abrazó e hizo todo lo que un hermano mayor haría – cambiarla, bañarla, cantarle”, comentó su madre, Rachel, al diario New York Post.

Su padre, Lee, también habló sobre la resiliencia de Bailey.

Los doctores dijeron que se iría antes del nacimiento de Millie. Y no se fue. Luchó y, en camino al hospital, dijo ‘Deberíamos llamarla Millie’”, expresó.

Bailey sobrevivió a un agresivo tratamiento contra el cáncer lo suficiente como para conocer a su equipo favorito de futbol y a su hermana menor (NYPost)

Después del nacimiento de su hermana, sus padres sabían que era muy probable que Baile no sobreviviera hasta Navidad. Aún así, lo animaron para que escribiera una lista de regalos.

Sin embargo, se dieron cuenta que los regalos habían sido escogidos pensando en su hermano menor, Riley, de 6 años de edad.

Bailey también había planeado su propio funeral, donde todos los invitados debían ir vestidos en atuendo de superhéroes.

En su último momento juntos, Bailey le dijo a sus padres que ‘sólo tenían permiso de llorar por 20 minutos‘, pues debían cuidar de Riley y Millie.

Después de su traslado a un hospicio el 22 de diciembre, la familia de Bailey se juntó alrededor de su cama para brindarle compañía y leerle historias.

Para las 11:45 de la mañana de Nochebuena, estábamos con él. Sabíamos que no faltaba mucho. Le dijimos: ‘es tiempo de irse, Bailey. Detente.”, dijo Rachel.

De acuerdo con sus padres, en el momento en el que le dijeron ‘detente’, Bailey dio su último respiro, dejó salir una única lágrima y falleció de forma ‘muy pacífica’.

Bailey se enfermó durante el verano de 2016 y, tras una serie de exámenes médicos en septiembre, fue diagnosticado con linfoma, un tipo de cáncer que se desarrolla en la red de vasos y glándulas en el cuerpo.

Cuando fue descubierta su enfermedad, se encontraba e la fase tres de avance. Los médicos fueron optimistas y auguraron que se recuperaría de la enfermedad tras quimioterapia y medicamentos con esteroides.

Sin embargo, en agosto de 2017, la condición de Bailey agravó y encontraron tumores en el pecho, los pulmones, el hígado y el estómago.

A pesar de que sobrevivió un transplante de células madre, el destino de Bailey fue descansar tras una larga lucha contra la enfermedad, no sin antes despedirse y cuidar del miembro más nuevo de su familia.

Fuente: noticieros.televisa.com

Por