En 1990 se detectó el último caso de la enfermedad en Tomatlán, Jalisco y en la región de las Américas en 1994

La poliomielitis es una enfermedad infecciosa que causa parálisis y potencialmente la muerte, originada por el virus de la polio. Es altamente contagiosa, se transmite de persona a persona y puede invadir el cerebro y la médula espinal, causando parálisis parcial, en algunos casos en cuestión de horas.

Entra al organismo por ingestión de agua o alimentos contaminados o inhalación  por medio de heces fecales, que pueden mantener vivo al virus durante semanas y se reproduce en el intestino.

Camino a la eliminación

Actualmente tres países concentran el total de casos de poliomielitis en el mundo: Afganistán, Pakistán y Nigeria, donde conflictos sociales han impedido la inmunización adecuada.

Durante una ponencia realizada en el marco del seminario “Las vacunas funcionan”, organizado por Sanofi Pasteur Latinoamérica, el doctor Abiel Mascareñas, presidente de la Sociedad Latinoamericana de Infectología Pediátrica, recalcó que mientras exista un solo caso de polio en el mundo, los niños no vacunados corren peligro.

Síntomas

Mascareñas indicó que la mayoría de los niños infectados no tendrán síntomas, pero uno de cada cuatro presentará síntomas parecidos a la gripe, como son dolor de garganta, fiebre, fatiga, náuseas, dolor de cabeza y/o estómago.

Aun cuando los síntomas desaparecen, los afectados pueden desarrollar dolor muscular, debilidad o parálisis cuando adultos, de 15 a 40 años después, lo que se conoce como síndrome postpolio. Desde 1988 a la fecha se han reducido 99.9 por ciento los casos de poliomielitis en el mundo, y se espera que sea la segunda erradicada después de la viruela.

En esa fecha se calculaba que había 350 mil casos en más de 125 países, y para el 2016 se habían notificado 37. En lo que va de 2018 son solo 20 casos. Si se bajara la guardia de vacunación contra la polio, en 10 años, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, se podrían disparar los casos a 100 mil o 200 mil al año.

Peligrosidad

Una de cada 200 infecciones produce una parálisis irreversible (generalmente de las piernas), y un 5 a 10 por ciento de estos casos fallecen por parálisis de los músculos respiratorios.

«Los padres que no vacunan contra la polio son criminales»

Cuando tenía 10 años, Jorge Téllez se dio cuenta de que tuvo poliomielitis. A esa edad fue sometido a una cirugía correctiva de pie equino que le había quedado de aquella infección. Para caminar usaba una maniobra que consistía en apoyar la mano sobre el muslo de la pierna derecha.

El ortopedista, mediante cirugía, le bajó el talón, y después de eso pudo caminar casi sin problema, solo con una pequeña renguera.

Esa cirugía correctiva le fue útil para terminar su carrera de cirujano partero por la Universidad de Guadalajara, realizar cirugías y su residencia médica.

Alrededor de los 40 años de edad, Jorge comenzó a sentir síntomas extraños en su cuerpo, entre ellas una fatiga en los músculos de la espalda que lo obligaban a ponerse de pie cada cinco minutos. Al cabo de un tiempo, se dio cuenta de que tenía dificultad para caminar, por lo que comenzó a usar un bastón y luego dos hasta perder completamente la movilidad de sus piernas.

Para Jorge no había duda entonces que sufría el síndrome postpolio, una enfermedad que puede manifestarse muchos años después de haber enfermado con el virus de la poliomielitis, condición que afecta entre el 80 y 90 por ciento de las personas que sobreviven a la poliomielitis.

Dedica su vida a investigar

Tras enterarse de su condición, ha dedicado su vida a estudiar el síndrome y a alertar a los padres acerca de la importancia de vacunar a sus hijos. «Los padres que no vacunen están cometiendo un crimen, no solo contra sus hijos, sino contra los demás», finalizó Jorge.

Fuente: debate.com.mx

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