En la actualidad existen marcadas diferencias en las condiciones del mundo
moderno dadas por el complejo proceso de globalización que vive la humanidad.
Este proceso tiende a la expansión de un patrón homogéneo de cultura occidental,
al gran dinamismo del desarrollo científico-tecnológico, a la concentración del
poder económico en algunos países y a la crisis financiera en otros, a
transformaciones aceleradas de las actuales estructuras económicas y del
mercado del trabajo, así como a la creciente integración en el ámbito regional e
internacional. En cierta medida, la dinámica de estas nuevas condiciones incide en
la pérdida de valores del ser humano y en el alejamiento de su verdadera
dimensión humanista.
La situación descrita trae como consecuencia la polarización de la riqueza como
resultado del paradigma neoliberal. A partir de estos postulados, la potencial
equidad de la riqueza es cada vez más restringida, al igual que las oportunidades
de empleo, de atención sanitaria; se acentúa el deterioro ambiental, mientras que
la dependencia de los países a las decisiones de los centros hegemónicos de
capital, conlleva al irrespeto por el desarrollo armónico de las sociedades.
El panorama anterior tiene gran repercusión en la Educación Médica Superior,
retándola a cambiar y desarrollar nuevas políticas y estrategias para dar respuesta
efectiva a los más ingentes problemas económicos y sociales. Las circunstancias
descritas y sus retos impactan a toda la Misión universitaria, por lo que se refuerza
la importancia de producir transformaciones en la Educación Médica Superior
frente a su entorno, complejo en lo económico, sociopolítico, cultural y ambiental, y
se ha hecho énfasis en su conducción y en el cambio de las mentalidades que la
sustentan, resaltando no sólo el papel de los conocimientos y habilidades, sino
también la flexibilidad, la creatividad y la preparación y disposición para el propio
cambio. Es en este contexto donde resalta el papel de la Extensión Universitaria
como una importante función social y un proceso formativo integrador de los
vínculos Universidad-Sociedad; o sea, entre las diversas formas de la cultura
universitaria y su entorno comunitario, regional, nacional e internacional. Su
desarrollo continuo es vital en la formación de una sociedad preparada para
asimilar los diferentes escenarios y vivir a la altura de su época, contribuyendo a
transformarla, por lo que la misma tiene desafíos muy importantes en la
contemporaneidad.
La Extensión Universitaria, dada su importancia y complejidad, debe enmarcarse
en una perspectiva estratégica y en su correspondiente expresión dentro de la
planeación, tanto a nivel del sistema de la Educación Médica Superior, como al de
las propias instituciones y sus estructuras.
La razón de ser de la universidad contemporánea es satisfacer las necesidades
sociales e individuales, a partir de la preparación del ser humano como ente activo
en la sociedad en la que se desempeña. Para poder dar cumplimiento a este

cometido, la universidad, en tanto, institución formativa y transformadora, requiere
aglutinar todo su quehacer y proyectarlo, a través de un proceso fundamental: la
Extensión Universitaria.

La Extensión Universitaria es una de las vías a través de las cuales se desarrolla
el proceso de comunicación cultural en su más amplio sentido, es una fase muy
importante de socialización de la producción e interacción cultural en las diversas
ramas del quehacer universitario, facilita el vínculo Universidad-Sociedad a través
de sus diferentes formas de manifestación (difusión de la cultura científico-
tecnológica, socio-humanística, político-ideológica, de salud, entre otras), facilita
además, la prestación de servicios a la comunidad universitaria y a la población en
general, para dar respuesta a las necesidades de superación y capacitación por lo
que contribuye al desarrollo cultural integral.
En el contexto actual de México, todo esto adquiere un relieve particular, debido a
las características y objetivos prioritarios del proyecto social propio y el papel que
desempeñan las universidades en el mismo. Esta tarea formadora adquiere una
dimensión especial ante el llamado realizado por la máxima dirección del país en
pos de promover una cultura general integral en todos los ciudadanos cubanos
para elevar su calidad de vida espiritual, y comprender el mundo actual cada vez
más complejo.
En sentido general la Extensión Universitaria en América Latina se caracteriza por
avances conceptuales y modos de actuación en correspondencia con la
comprensión del papel dinámico e integrador de la cultura y su función social. Esta
concepción ya no se reduce a la obsoleta idea de ver a la cultura como una tarea
individual, de refinamiento espiritual, restringida a lo artístico-literario, sino como el
conjunto orgánico de las manifestaciones creadoras de una sociedad y a la
Extensión como el proceso universitario que la promueve.
El análisis histórico del concepto de Extensión permite plantear una transición de
su concepto, desde una visión estrecha a una conceptualización más amplia,
aunque el reconocimiento de su importancia en la práctica dista hoy de su
formulación teórica en una gran cantidad de países. La Extensión Universitaria
posee un doble carácter de función y proceso consustancial a la esencia de la
actividad universitaria. La planificación estratégica de la Extensión sobre la base
de una fundamentación más científica en el plano teórico-metodológico permitirá
lograr resultados más objetivos y eficaces, por lo que debe ser una de las líneas
priorizadas

Por