De niño soñaba con ser artista. De esos que usaban boina de lado y con un movimiento de
pincel por aquí y otro por acá hacían una obra de arte lista para venderse por millones de
dolares. Tan fácil se veía en la televisión que uno pensaba ¿por qué yo no? Pero resulta que
con las pinturas de pastilla que vendían en la papelería lejos estaba uno de hacer algo como
Goya o Caravaggio, tal vez y con mucho amor mi madre diría que volaba para ser como
Salvador Dalí.
Salvador Dalí, uno de los pintores más reconocidos a nivel internacional por sus pinturas,
escritos y participaciones con otros artistas, se ha dudado desde su talento hasta de sus
preferencias sexuales (se habla de un romance con el escritor Federico García Lorca), de lo
que no hay duda es que se codeó con los grandes de las artes de su época, para muestra el
cortometraje realizado con el mismo Walt Disney, si lo buscan pensando en dibujos
animados se decepcionaran, es más a un sueño alternativo.
Tengo el sueño de que me pinten desnudo, algo así como un botero con algo de cubismo y
surrealismo, mi idea en la cabeza es una escena similar a la de Leonardo Dicaprio en
Titanic, pero me falta bastante, me sobra demasiado y parecería algo así como una gelatina
en un sofá. Pero bueno, por fantasear todavía no cobran. Y para quienes me pregunten, es
que me falta el collar “corazón de mar” y el valiente que se quiera gastar todos sus
crayones.
Con crayones uno dibujaba corazones en los cuadernos cuando el primero amor. De adultos
algunos románticos hablando de pinturas, dicen que se cortarían una oreja así como hizo el
reconocido a nivel internacional pintor holandés Vicent Van Goh, si yo fuera mujer y
alguien me regalara una oreja, aparte de hablarle a la policía por semejante barbarie me
ofendería, debido a que según la leyenda (una de tantas versiones) Vicent regaló su oreja a
una prostituta porque sentía mucho afecto por ella, entones si me la regalan me
sentiría…sucio. Pero hay de regalos a regalos.
Un verdadero regalo para nuestro estado es el contar con la Pinacoteca del Ateneo Fuente.
Misma que cumple este año su primer centenario. ¿Qué pinacoteca? ¿De qué les hablo?
Pues deben de saber que el Ateneo no solamente es el paraninfo ni sus ateneístas, dentro del
edificio subiendo las escaleras a mano izquierda podrán encontrar la Pinacoteca, misma que
resguarda un acervo de pinturas impresionante.
Impresionante es la belleza que se conforma dentro de la Pinacoteca, es un espacio único
en el estado de Coahuila, en el cual se concentran pinturas que logran conformar una gran
galería. Algunas de las principales obras que encontramos son el tríptico de Saturnino
Herrán, que lleva por nombre La leyenda de los volcanes, un cuadro de San Juan Bautista
que data de la época colonial entre otras que no le platico, mejor vaya y disfrute.

Disfrutar del arte, allí la escencia del mismo. Tal vez no podamos pintar como Frida o
Diego, ni mucho menos como Tarazona, pero pintemos nuestra vida de días felices
disfrutando de la vida misma.

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