El papa Francisco envió este lunes una carta a los católicos de todo el mundo para condenar el «crimen» de abusos sexuales por parte de sacerdotes y su encubrimiento; así como la demanda de rendición de cuentas. Esto en respuesta a las nuevas revelaciones hechas en Estados Unidos que señalan décadas de mala conducta por parte del iglesia católica.

Francisco pidió perdón por el dolor sufrido por las víctimas y dijo que los laicos católicos deben participar en cualquier esfuerzo para erradicar el abuso y el encubrimiento. Condenó la cultura clerical autorreferencial a la que se ha culpado de la crisis con los líderes que están más preocupados por su reputación que por la seguridad de los niños.

Con vergüenza y arrepentimiento, reconocemos como comunidad eclesial que no estábamos donde deberíamos haber estado, que no actuamos de manera oportuna, para darnos cuenta de la magnitud y la gravedad del daño infligido a tantas vidas. No mostramos ningún cuidado por los pequeños; los abandonamos», –Francisco

El Vaticano emitió la carta de tres páginas antes del viaje que realizó Francisco este fin de semana a Irlanda, un país incondicionalmente católico donde la credibilidad de la iglesia ha sido dañada por años de revelaciones sobre sacerdotes que violaron y abusaron sexualmente de niños y sus superiores los encubrieron.

Siempre se esperaba que el abuso sexual sacerdotal dominara el viaje, pero el tema ha adquirido una nueva gravedad tras las revelaciones en Estados Unidos pues uno de los cardenales de confianza de Francisco, el arzobispo retirado de Washington Theodore McCarrick, supuestamente abusó sexualmente y acosó a menores y adultos seminaristas.

Además, un informe del gran jurado en Pensilvania la semana pasada informó que al menos mil niños fueron víctimas de unos 300 sacerdotes en los últimos 70 años, y que generaciones de obispos fallaron repetidamente en tomar medidas para proteger a su rebaño o castigar a los violadores.

En la carta, que fue emitida en siete idiomas y dirigida al «Pueblo de Dios», Francisco hizo referencia al informe de Pensilvania, reconoció que ningún esfuerzo por pedir perdón a las víctimas será suficiente, pero juró «nunca más».

Dijo que, mirando al futuro, «no se debe escatimar esfuerzos para crear una cultura capaz de evitar que sucedan estas situaciones, sino también para evitar la posibilidad de que se encubran y se perpetúen».

Sin embargo, Francisco no dio ninguna indicación de qué medidas concretas está dispuesto a tomar para sancionar a los obispos, en Estados Unidos y más allá, que encubrieron a sacerdotes sexualmente abusivos. Hace varios años, Francisco descartó un tribunal del Vaticano propuesto para enjuiciar a obispos negligentes, y se ha negado a actuar en informes creíbles de obispos de todo el mundo que no han denunciado a los abusadores ante la policía o han fallado en el manejo de casos y aún permanecen en el cargo.

En Chile, donde un escándalo de abuso sexual en la iglesia estalló a principios de este año, Francisco mostró mano dura contra 31 obispos activos para que ofrecieran su renuncia en masa para manejar sus abusos. Hasta ahora solo cinco han aceptado cinco sus renuncias.

A diferencia de la conferencia episcopal de Estados Unidos, que se ha referido solo a «pecados y omisiones» en su manejo del abuso, Francisco calificó los «crímenes» como faltas de conducta.

Permitámonos pedir perdón por nuestros propios pecados y los de los demás. La conciencia del pecado nos ayuda a reconocer los errores, los crímenes y las heridas causadas en el pasado y nos permite, en el presente, ser más abiertos y comprometidos en un viaje de conversión renovada», –Francisco

Fuente: huffingtonpost.com.mx

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