En medio de una creciente competencia militar y amenazas de parte de Rusia y China, la Casa Blanca anunció el jueves que para 2020 creará la Fuerza Espacial de Estados Unidos, como un sexto servicio armado independiente. Ante una audiencia en el Pentágono, el vicepresidente Mike Pence dijo que el plan cumple con la promesa del presidente Donald Trump de asegurar el dominio estadounidense en el espacio, un dominio que alguna vez fue pacífico e indiscutible y que ahora se ha vuelto un lugar conflictivo y con muchos participantes. «Ha llegado el momento de escribir el siguiente gran capítulo en la historia de nuestras fuerzas armadas, de prepararnos para el próximo campo de batalla, donde serán llamados los mejores y más valientes para disuadir y derrotar a una nueva generación de amenazas a nuestro pueblo, a nuestra nación», dijo Pence. «Ha llegado el momento de establecer la Fuerza Espacial de Estados Unidos», agregó. Trump dijo en un tuit: «¡Fuerza Espacial hasta el final!». El mandatario se había pronunciado por una fuerza espacial «independiente pero igual», un paso complicado y costoso que requería la aprobación del Congreso. El jueves, Pence dijo que el gobierno federal trabajará en el plan con los legisladores y que el año próximo delineará un presupuesto. El secretario de Defensa, Jim Mattis, apoya las medidas para reorganizar las fuerzas militares para el combate espacial y para crear un nuevo comando, pese a que antes se oponía a crear un servicio nuevo y costoso. Una nueva rama militar requeriría varios niveles de burocracia, líderes militares y civiles, uniformes, equipo y una amplia estructura de apoyo. La propuesta del Pentágono entregada el jueves al Congreso establece pasos para consolidar las fuerzas espaciales de combate y hacer cambios organizativos a fin de impulsar la adquisición y el desarrollo de tecnologías de vanguardia. El papel del Pentágono en el espacio ha estado bajo análisis luego del reconocimiento de que Estados Unidos depende cada vez más de satélites, que son difíciles de proteger en el espacio. Los satélites proporcionan comunicación, navegación, información de inteligencia y otros servicios vitales para el ejército y la economía. Las agencias de inteligencia informaron a principios de año que Rusia y China están buscando crear armas antisatélites «destructivas y no destructivas» para su uso durante una posible guerra en el futuro. Además, existe una creciente preocupación por los ciberataques que podrían tener como objetivo la tecnología satelital, lo que potencialmente dejaría a las tropas en combate sin comunicaciones electrónicas ni capacidad de navegación..

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Ago 10, 2018

Los candidatos presidenciales de Brasil celebraron el jueves su primer debate para las elecciones de octubre, pero en encarcelado ex presidente Luiz Inacio Lula da Silva no fue autorizado a participar, pese a encabezar las encuestas por amplio margen.

El candidato conservador Jair Bolsonaro, segundo en las encuestas, fue el principal blanco de los candidatos durante el debate, realizado 59 días antes de la primera ronda de votaciones.

Da Silva encabeza los sondeos con un respaldo de más de 30%, pero casi seguramente las autoridades prohibirán su participación en los comicios debido a una convicción por corrupción. Su nivel de apoyo es mayor que el de Bolsonaro y el de la centrista Marina Silva juntos.

El único candidato en mencionar la ausencia de da Silva del debate fue Guilherme Boulos, del Partido Libertad y Socialismo, quien tiene poco respaldo.

«Buenas noches al presidente Lula, que debería estar aquí, pero está injustamente en prisión en Curitiba mientras que (el presidente Michel) Temer está libre en Brasilia”, dijo Boulos.

Da Silva niega los cargos en su contra y ha prometido que registrará su candidatura el 15 de agosto.

Bolsonaro, que encabeza las encuestas si el ex presidente no es considerado, no respondió a acusaciones de que es “racista, sexista y homofóbico”.

El exministro de Finanzas Henrique Meirelles dijo en el debate que “no se puede crear empleos con gritos”, en referencia al estilo de Bolsonaro. Y el candidato derechista Álvaro Ríos acusó a Bolsonaro de defender la posición de que las mujeres debían recibir salarios menores que los hombres.

El diputado respondió que las políticas del mercado libre deberían guiar a los empleadores.

Bolsonaro trató de mantener un tono conciliatorio en el debate.

Previamente en el día, un tribunal federal rechazó el pedido de da Silva de participar en el debate.

La decisión dejó al Partido de los Trabajadores sin representante en el debate.

El candidato del partido para la vicepresidencia, Fernando Haddad, probablemente convierta en el candidato presidencial, en ausencia de Lula.

Fuente: Yahoo

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