El presidente electo mexicano, Andrés López Obrador , evitó caer en el juego de Donald Trump , que suele culpar a México de todos sus males, y eludió el tema del muro que el republicano pretende construir en la frontera al señalar que no forma parte de la agenda bilateral.

«Nosotros no tenemos en la agenda esa palabra», señaló López Obrador, de 64 años, ganador de las elecciones del 1º de julio pasado. «Yo lo que quiero es una relación de amistad, de amor y paz», agregó el líder izquierdista luego de que Trump volvió a arremeter a través de Twitter, su arma favorita, contra México para promover ante la oposición demócrata en el Congreso la entrega de fondos para su proyecto.

«Una de las razones por las que necesitamos una gran seguridad fronteriza es que el índice de asesinatos de México en 2017 subió 27%, a 31.174 personas asesinadas, un récord», escribió ayer el mandatario norteamericano en la red social.

Trump aludió a un informe reciente del Instituto Nacional de Estadística y Geografía de México (Inegi), que reportó una nueva marca en la tasa de homicidios del país durante el año pasado.

«Vamos a actuar con prudencia y no responderemos a cualquier opinión. Vamos a tratar de buscar una relación amistosa. Queremos el diálogo, y si se dificulta, la otra vía va a ser el diálogo y más diálogo, siempre diálogo», dijo López Obrador.

El sucesor del presidente Enrique Peña Nieto, que rechazó frontalmente la idea del muro y ha señalado que México no pagará por esa barrera, como lo pretende Trump, afirmó que no quieren pleitos, sino «convencer».

«Nos conviene una relación de amistad y de cooperación para el desarrollo», señaló el mandatario electo, que asumirá su cargo el 1º de diciembre próximo.

Al referirse al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Nafta), cuya renegociación se estima podría concluir este mes, confió en que «pronto se pueda» llegar a un arreglo definitivo. «Pensamos que se va a llegar a un acuerdo en los próximos días. Esperemos que sea lo más pronto posible», afirmó.

López Obrador planteó al gobierno de Trump la firma de un acuerdo más amplio junto con el Nafta que abarque aspectos integrales de la relación bilateral, como la seguridad y el desarrollo de países de los que provienen la mayoría de migrantes en Estados Unidos, como Guatemala, Honduras y El Salvador.

«No descarto que podamos lograr este acuerdo adicional a la renegociación del tratado», dijo, con gran optimismo.

Pero mientras López Obrador extendió la rama de olivo a un siempre beligerante Trump, el ministro de Gobernación mexicano (Interior), Alfonso Navarrete, le respondió con un reclamo para frenar la importación clandestina de armas de Estados Unidos.

«Concuerdo que hay que blindar las fronteras, sobre todo su frontera, para que no ingresen armas a México ni dinero en efectivo», indicó Navarrete.

«Si se blindara la frontera con Estados Unidos por los norteamericanos, impidiendo la entrada ilegal de armas y de dinero a México de actividades ilícitas, el descenso de los homicidios dolosos se vería casi de inmediato», añadió el funcionario.

Navarrete consideró que «la principal fuente de abastecimiento de violencia en México son las armas ilegales que entran al país procedentes del país vecino y el dinero para hacer valer a las organizaciones criminales con poder corruptor y de ejecución».

Fuente: Yahoo

Por