El comisionado de derechos humanos de la ONU advirtió el viernes sobre una “catástrofe” en el sur de Siria, donde las fuerzas oficialistas han lanzado una amplia ofensiva contra los rebeldes.

La ofensiva ha obligado a miles de personas a huir de sus hogares y vivir a la intemperie en condiciones precarias cerca de la frontera con Jordania.

La televisión estatal siria reportó que las fuerzas oficialistas entraron en la aldea de Ibtah en la provincia de Daraa, luego que los rebeldes depusieron las armas y pidieron ser incluidos en una amnistía. La emisora transmitió imágenes en vivo de soldados del ejército ingresando al poblado.

Las tropas sirias han estado avanzando en el sur del país, uno de los últimos baluartes que le quedan a los rebeldes, bajo la protección de bombardeos y artillería intensa.

Los medios oficialistas reportan que aparte de Ibtah, los rebeldes depusieron las armas en las aldeas cercanas de Tafas y Dael. Lo mismo ha ocurrido en los poblados de Umm al-Mayadín, Nasib, Saida y Tiba.

Activistas de la oposición han reportado incidentes de violencia aun cuando se anunció una tregua de 12 horas tras la mediación de Rusia y Jordania. Más de 100.000 personas han tenido que abandonar sus hogares desde que comenzó la ofensiva oficialista el 19 de junio. Días atrás la ONU dijo que unas 50.000 personas han sido desplazadas y han huido a la zona fronteriza con Jordania, que ha dicho que no puede aceptar más refugiados.

Fuente: Yahoo.com

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