NECESARIO IMPULSAR PROYECTO DE CREACIÓN DE UN CENTRO JUVENIL DE RESGUARDO.

Acuña, Coah., 26 de abril de 2018.- El programa “Salvando un Menor” del Sistema DIF, fue tomado como un modelo para implementarlo en otros municipios de Coahuila, en reunión celebrada en la capital del estado.  Sin embargo, a nivel local, es necesario enriquecerlo e impulsar la creación de un Centro Juvenil o Centro de Resguardo Juvenil, así lo dijo el titular de la Procuraduría para los Niños, Niñas y la Familia del DIF Pablo Enrique González Roa.

Proyecto ambicioso que enriquezca el programa “Salvando un Menor”, que sea un proyecto de todos, que permita atacar y atender la problemática de adolescentes y jóvenes en nuestra frontera, con conductas antisociales, tales  como la vagancia y la inhalación de sustancias tóxicas; además, a los jóvenes canalizados por el ministerio público especializado en adolescentes, que ya cometieron algún robo, daños en propiedad ajena o lesiones.

Ante ello, confirmó que acudió al Centro de Integración Juvenil de Piedras Negras, para conocer qué temas y capacitación tienen y cómo constituir un Centro de integración Juvenil en Acuña; el objetivo final será lograr establecer un centro, para recibir a los jóvenes con un tipo de problemática o que estén en riesgo.

No tenemos un centro actualmente –insistió- y las casas hogar no son para adolescentes de este tipo, la ley prohíbe tener a adolescentes de 13 y 14 años con menores; por ello la necesidad de este centro, que será puesto a consideración próximamente del Consejo Municipal para la Garantía de los Derechos Humanos y Responsabilidades de los Niños y Niñas de Acuña, Coahuila, para su estructuración, calendarización e impulso.

Explicó que el Programa “Salvando un Menor” consta de varias etapas y un periodo de tres meses con acciones preventivas, pero que, en el caso de jóvenes con problemática aguda, salen del contexto de lo que Salvando un Menor pudiera ofrecerles.

“Hay jóvenes que el Ministerio Público los canaliza, jóvenes que ya cometieron algún delito y que por su edad se les tiene que ofrecer un programa, porque la Ley Federal para la Justicia de Adolescentes marca qué tipo de consecuencias y sanciones pueden tener, y los jóvenes a partir de los 14 años ya pueden recibir alguna sanción, incluso hasta privativa de la libertad”.

De ahí la necesidad de crear centros de integración familiar, casa de día o casa de resguardo por un máximo de tres meses, en donde se les pueda tener a la mano y brindarles terapia sicológica, pláticas de concientización y servicio comunitario.

“Necesitamos algo que tenga un fundamento jurídico, el cual esté muy bien estructurado, con especialistas tales como abogados, sicólogos, médicos, trabajadores sociales y maestros, que nos ayuden para que los jóvenes crezcan con valores, crezcan siendo ciudadanos de provecho y ejemplares”.