A muchas personas les gustan los tatuajes, pero no todas se atreven a hacérselos por miedo a cansarse de ellos. Para ellos existe otra opción: los tatuajes blancos. Este tipo de pigmentación, hecha con tinta blanca, se han puesto muy de moda y son muchos los que han decorado su piel con pequeños o grandes dibujos de este color. Sin embargo, hay una serie de cosas que deberías saber antes de hacerte uno.
Cuando te tatúas con tinta negra o de colores debes tener cuidado con el sol. Bien, pues las precauciones se tienen que multiplicar en el caso de los tatuajes blancos. Se desdibujan fácilmente y pueden desaparecer o ponerse amarillos con la exposición solar. También es común que provoquen reacciones alérgicas, por lo que es más recomendable hacerse primero uno pequeño antes de lanzarse a un dibujo de mayor tamaño.
Aparte debes saber que, una vez curados, su forma es similar a la de una cicatriz. A muchos les gusta este efecto (de hecho, es precisamente lo que buscan al tatuarse con tinta blanca), pero este material no puede aplicarse en todos los tonos de piel: cuanto más blanco seas o más pecas tengas en el cuerpo, más difícil será que el tatuaje se vea. En cualquier caso, son perfectos si quieres un tatuaje pequeño o que se vea poco, y son más fáciles de eliminar que uno hecho con tinta negra o de colores.






