La política le cierra el paso a todo. En su idea, solo existen ellos, nadie más. Ya estamos viviendo el México de los políticos, de los partidos. El dedazo de José Antonio Meade, el auto destape de Ricardo Anaya en el PAN y el apoderamiento del Frente por México, nos indica que nada cambiará en nuestro sistema. Buscan repetir una historia sin ciudadanos.

En breve volveremos a padecer la feria de los partidos políticos. El momento de las campañas, donde querrán comprarnos por un tinaco, por una despensa, por una dádiva.

Nos mostrarán a los héroes que dicen podrán salvar a México. Estará el hombre bueno pero heredero de la corrupción y de la impunidad, el que no es priista pero tiene las mismas mañas y complicidades. Meade significa la continuidad de Peña Nieto, nada cambiará con él. Lo sabemos.

El Frente finalmente se unió contra natura. Veremos si los perredistas puros aparecen al lado de Ricardo Anaya en un acto de campaña. Los “guerreros” de la izquierda mexicana ya mostraron su rechazo. En su primera crítica a esta unión, Cuauhtémoc Cárdenas resaltó la falta de competencia democrática para elegir al candidato presidencial.

Y es que más que unión ideológica, Por México el Frente -nombre que ni siquiera rima- se resumió en un acuerdo de reparto de candidaturas. Ese frente se convirtió en una barrera para la ciudadanía. Sabemos que nosotros los ciudadanos no valemos para los partidos ni sus uniones.

Y en MORENA, nada bueno bajo el sol. Ahí sólo impera un criterio, un dedito. Nunca habrá espacio para ti ni para mí. El 12 de diciembre, un iluminado Andrés Manuel López Obrador hará lo que quiera con su partido y se autoelegirá para ser el abanderado presidencial por tercera vez consecutiva. Un político con 18 años de campaña y miles de millones de pesos invertidos para que todos conozcamos su nombre. Siempre actuará así.

Este es el futuro próximo que nos espera a los ciudadanos. Nuevamente nos están llamando para ser sus espectadores, para que aplaudamos cuando ellos quieran. Yo no estoy dispuesto a hacerlo.

Mientras los encuestadores se esfuerzan por mostrarnos candidatos de partidos atractivos, destacando los números logrados por el dedazo de Meade o recientemente por el autodestape de Anaya, buscan que nos olvidemos que el verdadero triunfador es el rechazo a los políticos en México.

Los mexicanos estamos asqueados de la forma de gobernar de los políticos, no nos podemos olvidar de lo que han hecho en nuestro país. El verdadero cambio vendrá de la ciudadanía, no de nuevos nombres con las mismas mañas.

No tenemos tiempo para esperar que los partidos nos vuelvan a quitar las ganas de luchar. La decisión está basada en décadas de malos gobiernos, de políticos que sólo se han beneficiado de nosotros.

Firma la historia ya, apoya las opciones verdaderamente ciudadanas. No nos convirtamos en espectadores de la feria de los partidos.

@PedroFerriz