Un estudio asegura que la pérdida de pelo prematura y las canas indican un mayor riesgo de problemas cardíacos que la obsesidad. (Foto: Yahoo Noticias)

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La investigación llevada a cabo en India, que ha sido publicada por la European Society of Cardiology , estudió los informes médicos de 90 hombres indios de menos de 40 años con problemas cardíacos y de otros 1.270 que actuaron como grupos de control. A todos se les realizaron pruebas médicas como electrocardiogramas y análisis de distintos tipos.

Al contrastar los datos, los investigadores se encontraron con que la proporción de enfermos que habían tenido canas y pérdida de cabello prematuramente era mayor. En el caso de la calvicie, el riesgo de padecer enfermedades relacionadas con el corazón era 5,6 veces mayor . En caso de encanecimiento el riesgo era de 5,3 .

Si se compara con el 4,1 en el que se encuentra la obesidad , el riesgo de padecer del corazón si se es calvo o se tiene el pelo gris es considerablemente mayor a si se tienen kilos de más. Con el agravante de que la obesidad puede controlarse, pero contra la calvicie y el encanecimiento no se puede luchar.

La e xplicación podría estar en la edad bilógica de los pacientes . Según explica el investigador principal de este estudio, el doctor Kamal Sharma, profesor asociado del Departamento de Cardiología del Centro de Investigación y Cardiología del Instituto Mehta de la U.N. Mehta, la pérdida de cabello y su encanecimiento pueden ser síntoma de un envejecimiento más avanzado que no se corresponde con el biológico y esto afectaría también al corazón.

“ La calvicie y el envejecimiento prematuro deben considerarse factores de riesgo para la enfermedad arterial coronaria . Estos factores pueden indicar una edad biológica, más que cronológica, que puede ser importante para determinar el riesgo cardiovascular total. Actualmente los médicos usan el sentido común para estimar la edad biológica, pero se necesita una escala validada”, explica el doctor Sharma.

Los expertos indican la necesidad de tener estos dos factores en cuenta para alertar a los pacientes, realizarles controles y animarles a que lleven una vida saludable para retrasar los posibles efectos.