Allá llueve poco pero eso

Si, de que llueve, llueve

 

Voy con mi hacha

 

Se sabe ahora que para cerrar a tambor batiente y con miras a sus aspiraciones futuras, el Alcalde Isidro López Villarreal anunciará en fecha próxima nuevos programas para garantizar la seguridad de los saltillenses..

 

Es más,  de hecho gracias a la excelente relación que tiene el edil con las autoridades encargadas del tema de seguridad a nivel nacional, Saltillo tendrá recursos adicionales etiquetados y dirigidos específicamente a Saltillo, de tal manera que el gobernador no podrá destinarlos a sus municipios consentidos, Torreón y Piedras Negras.

 

 

Así las cosas, hay que esperar el anuncio de nuevos programas pero como siempre ubicarán a Saltillo en los primeros lugares nacionales

 

 

A diferencia de Saltillo donde llueve con relativa frecuencia, pero por sectores, en Monclova, la tierra de mis hijos, el solar que guarda en sus entrañas las cenizas de mis padres, llueve poco, más bien muy poco, por no decir que nada, pero de que llueve, llueve con ganas como el caso de ayer en que francamente la gente de rumbo se quedó con la impresión de que el cielo se había vaciado en aquella ciudad.

 

Con decirles que como en sus mejores épocas el Río Monclova iba rozagante, repleto de bote a bote, de agua. Inclusive los originales monclovenses (Yo son de Cuatro Ciénegas) pueden presumir de que inclusive se salió de su cauce (se salió de madre, dicen los puristas)…

 

Como bien podrán imaginarse aquello resultó un verdadero  espectáculo para quienes vieron llover sin necesidad de mojarse, no así a quienes sufrieron en carne propia los efectos del aguacero: quedarse varados, unos, ser arrastrados por las vigorosas corrientes, otros, pasar de vivir en una casa de cartón a ser damnificado, ver como su casa era inundada; para otros fue la oportunidad de sacar sus kayak´s  y darse una vuelta por los bulevares y avenidas como la Adolfo López Mateos o Constitución,  (uno de ellos debes haber sido tu, Armando de la Garza, o me equivoco?) tuvieron que ser cerrados al tráfico porque la fuerza del agua arrastró varios autos, por supuesto, en el bulevar Pape, principal arteria que cruza la ciudad.

 

El alcalde Gerardo Garcia y su conocido y reconocido sentido de la oportunidad (u oportunismo, dicen sus malquerientes) se puso a apoyar las acciones de civiles y militares en un esfuerzo por reducir daños personales, lo que por fortuna no ocurrió, aunque los albergues se abrieron de bolón pipon.

 

Además de lo narrado reportan una maquiladora inundada.

 

Y nuevamente quedó de manifiesto que a la ciudadanía en general, les vale tirar la basura en las alcantarillas porque mucho de la inundación se debe precisamente a que como siempre sucede, están llenas de basura que a la postre impide que den el servicio para el que fueron creadas..

 

El sector oriente en general fue el mas castigado por la riada que provocó el aguacero que de principio a fin, duró justos 70 minutos pero lloviendo, como dirían los clásicos, con furia inusitada.. 

 

Los vecinos del rumbo vieron pasar por las calles de las colonias Las Flores y San José, todo lo que la gente va desocupando en casa y las tira mas arriba: colchones, lavadoras viejas, tinacos de plástico rotos y cualquier cantidad de cachivaches lo que habla de la urgencia de que el ayuntamiento se aplique a una descacharrización.

 

Y claro que cuando uno habla de tantos daños resulta imposible dejar de comentar que la lluvia llegó en medio de una tormenta de descargas eléctricas que mojada y todo, provocó que una pobrecita palmera fuera pasto de las llamas, porque ahí decidió parar el mentado rayo.

 

En fin que todo esto pasó en la ciudad del acero, donde se antoja el título de algún libro que concentre todos los daños (porque aún hay más) de lo ayer sucedido con este título..

 

EL DIA QUE LLOVIO EN MONCLOVA.