Si eres de los que piensan que dormir 8 horas es suficiente para garantizar un descanso completo, te equivocas. La posición corporal es fundamental para que nuestro cuerpo aproveche al máximo las horas de sueño; así, al despertar te sentirás renovado y preparado para enfrentarte a un nuevo día. Te contamos cuál es la postura ideal y cuál debes evitar a toda costa porque es perjudicial para la salud.

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La ciencia por fin ha desvelado cuál es la mejor postura para dormir: aquella en la que apoyamos el cuerpo en nuestro costado izquierdo. Un grupo de científicos de la Universidad de Stony Broock, en Nueva York, ha realizado un estudio en el que se demuestra que muchos de los dolores musculares que sentimos al despertar, que pueden provocar desde lesiones hasta insomnio, se deben a cómo colocamos la cabeza, la espalda, los brazos y las piernas al meternos en la cama. Según la investigación, publicada en The Internet Journal of Allied Health Sciences and Practice., “está clínicamente aceptado que un cambio en la posición del sueño puede beneficiar la salud sistemática de las personas”

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Dormir del lado izquierdo favorece el buen funcionamiento del sistema linfático, el mecanismo que limpia los residuos del sistema nervioso del cuerpo de los mamíferos. Así, descansar en esta postura “limpia” el cerebro y previene que tu cuerpo enferme. Esta posición también mejora la respiración, ya que evita obstrucciones respiratorias y previene apneas.

Las mujeres embarazadas son, además, las que más se pueden beneficiar de esta posición corporal, ya que evita reflujos estomacales y asegura el descanso tanto de la madre como del feto. La columna vertebral y el cuello están apoyadas en paralelo a la cama, lo que previene lesiones a largo plazo y favorece el buen desarrollo del niño.

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La ciencia también ha desvelado cuál es la peor postura para dormir: boca abajo. Al parecer, quienes duermen cobre su propio cuerpo ejercen más presión sobre la espalda, los pulmones, y el estómago. Además, la espina dorsal está tensionada toda la noche y la cabeza se apoya en la almohada en una posición de 90 grados, por lo que es habitual la aparición de contracturas.

Por anna