Por: Manuel Ramones.
En alguna de mis columnas dije; ¿Las apariencias, engañan? Y si ¡Definitivo! Hay que recordar que aparentar, tiene más letras que “Ser”… 

En la política amigo y amiga lo que más importa son las señales que se puedan dar a la ciudadanía en cualquier acto o evento del personaje público en cuestión, sobre todo si es de carácter oficial y éste se difundirá a los medios masivos de comunicación y los de estos últimos días desde los inicios ya oficiales de los actos de campaña hacia la gubernatura de Coahuila son muy claros. 
Por una parte esta Miguel Riquelme del PRI, quien con sus prendas de maraca (pantalones, camisa, zapatos y relojes) en cada acto, nos hacer ver que no quiere gobernar el estado… ¡sino ser su REY! 

Es una mala copia según se dice en la calle, a mi no me crean, de un gánster de los años 20´s. Bien vestido, cara de malo, pero todos saben que anda con el equipo equivocado que casi siempre a acabado, pero no con la seguridad ni el desempleo, si no con las arcas estatales. 

Si usted le pregunta a la gente en la calle, no quien trabaja en Gobierno, de cada 10, 8 no lo quieren, ni al PRI, se dice en la fonda de la esquina y hasta con el Sr. de las paletas de hielo, no con las lideresas. Su discurso amenazante, malo y sin fondo, solo nos recuerda que los políticos son iguales, quieren seguir mamando de la ubre presupuestal a como dé lugar. Comenta en sus discursos; ¡Los políticos siempre prometen yo si se cómo resolver las cosas! Y yo me pregunto… ¿y usted que es, payaso de circo? Y sigue con  el mismo y trillado discurso bravucón de los 35 centavos de cada peso, que de verdad, da risa. ¿Desde cuándo tener carácter, si es que lo tiene, hace que se resuelvan las cosas Sr. candidato? ¡Proponga soluciones, no sueños guajiros que ni usted se cree!  
Por el lado del PAN, de Guillermo Anaya, por Dios, que alguien le consiga a otra persona que le escriba sus discursos. Creo que ésta es la mejor y más clara oportunidad de Acción Nacional de sacar a  los que han ostentado más de 80 años el poder de Palacio Rosa, según se platica en el café y en encuestas de opinión de especialistas fuera de los medios del estado. Pide ayuda a alguien que si le sepa Memo.

(Debe de haber una “mente maestra” que una al que va en la punta en las encuestas, desde ya. Pero de esto hablaremos en nuestra siguiente columna.)

 

¡Si!…la gente quiere a los culpables de los desfalcos de las empresas fantasmas, y que se  diga dónde fue a dar ese dinero y sea devuelto. 

¡Si!…la gente quiere que a Rubén Moreira se le juzgue y no se nos vaya a ir en Helicóptero prestado el primero de Diciembre en la tardecita, a algún lugar de la frontera sur de nuestro País. O tú Candidato Anaya también nos vas a decir: ¡De la seguridad, de la seguridad me encargo yo! ¿Y nomas nada? ¡No más impuesto vehicular y solo lo hizo en año electoral! ¡Que poca!

Dinos como generaras empleos bien remunerados, no empresas explotadoras como las que trajo Moreira, si no empleos de calidad, esas son las respuestas que la gente realmente quiere Candidato, quiere soluciones reales.    
Hasta cuando se intentará engañar al pueblo con el famoso discurso de forma, para ocultar el fondo, manteniendo a la población sumida en la mediocridad que nuestros políticos quieren hacernos creer no existe y tantas cosas más, que nos faltaría espacio en esta columna para comentar, pero mejor ahí la dejamos por el momento. 

De verdad que la clase política de estos tiempos lo que menos tiene es eso… ¡Clase!  Por eso ya en las calles de nuestro Coahuila, en sus 38 municipios se grita… ¡Basta, queremos un verdadero cambio, un cambio Real! 

O si no, como decía el chino aquel… ¡o copelas, o cuello!

 

La política es el arte de dialogar para construir consensos y aquí en Coahuila esperemos se practique. 
Un hombre sólo tiene derecho a mirar a otro hacia abajo cuando ha de ayudarle a levantarse. Gabriel García Márquez. 
¡Se feliz! Que a éste mundo hemos venido a eso.

Hasta pronto.