El pasado primero de noviembre asistí a la ceremonia de conmemoración del 149 aniversario del Ateneo Fuente, que se realizó en el Paraninfo de la propia Institución. La celebración contó además de las autoridades educativas y de Gobierno, con la asistencia de un gran ateneísta el doctor Rodolfo Tuirán Gutiérrez, subsecretario de Educación Media Superior. Como bien lo deja asentado en su libro “Ateneo Fuente: La forja de un patrimonio escolar”, mi amiga la investigadora universitaria María Candelaria Valdés Silva: “La noche del primero de noviembre de 1867, la ciudad de Saltillo se vistió de gala. Su plaza principal se encontraba iluminada por completo, tal como lo ameritaba el acto que había de realizarse en punto de las siete treinta. Ese día tenía lugar la solemne inauguración de la institución que se consagraría a la enseñanza preparatoria y profesional de la juventud coahuilense: el Ateneo Fuente”. El 1 de noviembre pasado por supuesto el rector Blas José Flores dio por iniciados los festejos rumbo al Sesquicentenario del Glorioso Ateneo Fuente.
En su intervención el doctor Tuirán resaltó cuatro rasgos. De la antigüedad, de la arquitectura, de los profesores y de los egresados del Ateneo. En relación con la antigüedad dijo que gracias a la visión del gobernador Andrés Saturnino Viesca, en julio de 1867 promulgó la primera ley sobre Instrucción Pública primaria, secundaria y profesional, que dio marco a la creación del Ateneo. Por cierto, apenas el 9 de junio de 1867, en Saltillo, había sucumbido, víctima de penosa enfermedad, el jurisconsulto Juan Antonio de la Fuente y en honor a él lleva el nombre dicha institución.
El primer director del Ateneo, fue el jurista Juan Antonio Valdés Carrillo. Se considera que esta institución es cuna de la educación superior de nuestro País. En el año de 1827 se promulga la primera Constitución del Estado Coahuila-Texas, y justo 40 años después nace el Ateneo Fuente, en pleno desarrollo de liberalismo en nuestro país, plasmado en las leyes de Reforma, que rescató de la Iglesia Católica para el Gobierno de la República, las actas de nacimiento y de defunción, así como la matrimonial. Con la Constitución de 1824 podemos decir que México empieza a ser una verdadera República.
El segundo rasgo al que hizo alusión el subsecretario fue la arquitectura del edifico que todavía alberga a la Escuela de Bachilleres Ateneo Fuente. Este data del año 1933, y la describió como una arquitectura deslumbrante, de tal suerte que cuando uno transita por el bulevar V. Carranza, no puede resistir la tentación de contemplar tan bello edificio, mucho menos si lo transita uno de noche, la iluminación lo exhibe en toda su belleza.
En el tercer rasgo el doctor Tuirán habló de sus maestros. Sostuvo que todas las generaciones en cierta medida están selladas por sus docentes. Cada uno de ellos, seguramente, debe recordar a sus tres mejores profesores, los que dejaron huella en ellos para toda la vida. La primera planta estuvo integrada por: don José María Múzquiz, don Melitón Martínez Gómez, el licenciado Miguel Gómez Cárdenas, licenciado Mariano Sánchez, licenciado Antoni García Carrillo, licenciado Arteaga, don Francisco Morales, coronel Victoriano Cepeda, doctor Ismael Salas, doctor Ramón Fernández, licenciado de Francisco P. Ramos, general Andrés S. Viesca, licenciado Blas Rodríguez y el licenciado Antonio García Carrillo.
El cuarto rasgo es referente a sus egresados, se considera que han salido más de 50 mil, entre los que se encuentran dos expresidentes de la República, Roque González y don Venustiano Carranza, de las personalidades de la cultura destaca Julio Torri, fundador junto con Pedro Henríquez Ureña, José Vasconcelos, Antonio Caso y Alfonso Reyes del Ateneo de la Juventud Mexicana. Ese día también le otorgaron el reconocimiento “Gran Danés”, entre otros egresados reconocidos, al empresario saltillense Francisco Javier Duarte Villegas y al rector de la Universidad Autónoma del Noreste, al doctor Higinio González Calderón.
El Ateneo Fuente es sin duda la institución de educación media superior y profesional más antigua de Coahuila, que le posibilitó al Estado el despegue universitario que ahora tiene. Cuando nace la Universidad de Coahuila, la Máxima Casa de Estudios de la entidad, el Ateneo tenía 90 años. En 2017 cumplirá 150 años, llegará pues a su sesquicentenario.






