
Etimológicamente el término Deontología equivale a “tratado del deber”, ya que está constituido por dos palabras griegas: ‘deonto’, genitivo de deon, que significa deber y ‘logos’, discurso o tratado. Se aplica a los deberes de una profesión. Es la Ética aplicada a una disciplina.
Cuando se habla de Deontología, se la asocia a conceptos tales como Ética y Moral. Por lo cual es conveniente entonces plantear, fundamentar y delimitar las relaciones entre moral, ética y deontología, con el correspondiente desarrollo de las herramientas conceptuales y fundamentos teóricos, que permitan relacionar la problemática ética general con los avatares de la ética profesional. Esto posibilita abordar el complejo campo de las prácticas psicológicas desde su dimensión ética. Resulta pues importante ahondar en los núcleos temáticos en los que se soporta la Deontología, para articularlos con la práctica psicológica
En este mundo inseguro, incierto y perplejo; en esta sociedad maquinizada, que privilegia la imagen, el avance de la tecnociencia y las leyes del mercado… se hace necesaria la urgencia e importancia que el profesionista se plantee permanente y críticamente el lugar de la equidad, de la responsabilidad y el compromiso ético con la sociedad.
Entonces el sueño es una universidad vinculada con su entorno local, abierta al medio nacional, capaz de observarse a sí misma como un todo unitario y dispuesta a actualizar permanentemente su vocación de servicio entre sus miembros, pares académicos, estudiantes y administrativos.
El docente universitario ejerce el liderazgo propio de su rol en esta actividad y despierta en los alumnos la toma de conciencia y la responsabilidad de cooperar frente a las necesidades propias del lugar y de la época; en definitiva, implica responsabilizarse en el servicio del bien común, realizando la justicia y la caridad a través del obrar concreto.
Son pocas todavía las cátedras que incluyen trabajos solidarios en la organización de su actividad curricular. Esta debilidad es necesario procurar revertirla, planificando en cada unidad académica las acciones de servicio, convocando a las cátedras cuyo saber posibilita implementar obras concretas de bien al prójimo.
La ética Universitaria debe ser el sustento de toda la política educativa, de investigación y desarrollo de la cultura. La universidad desde su quehacer particular debe constituirse en promotora de los derechos humanos del siglo XXI.
CÉSAR FELIPE DE LA ROSA
@cesaritodurondr






