Hay un déficit de investigaciones y de datos confiables sobre el impacto de la migración sobre los niños y los adolescentes. A pesar de la focalización más amplia sobre el tema de la migración, la niñez y la adolescencia vienen fuertemente siendo ignoradas. Hay pocas investigaciones en esa materia y, las existentes, no logran perforar la cortina que mantiene la invisibilidad de la niñez y de la adolescencia en esa materia.
Pesquisas del Ecuador, México, Filipinas y Siria indican que niños, cuyos padres emigran sufren efectos psicológicos negativos, incluyendo aumento del nivel de crímenes y abuso de droga. El impacto sobre los niños que emigran junto con sus padres puede variar fuertemente. De un lado, ellos pueden acceder más altos patrones de servicios sociales, dependiendo de las condiciones que van a vivir en los países que los reciben. Sin embargo, ellos pueden enfrentar marginalización en razón de la relativa pobreza en que pasan a vivir, de las condiciones sociales y barreras lingüísticas y culturales. Otro impacto negativo en la migración voluntaria es el “brain drain” que deja el sistema de salud en los países en desarrollo, seriamente comprometidos. Esa migración de expertos puede tener implicaciones devastadoras hacia el ya delimitado sistema de salud en los países de origen.

Niños refugiados, que representan aproximadamente 50% de los 14 millones de refugiados en el mundo todo, enfrentan retos muy particulares. Ellos pueden ser separados de sus familias, perder sus casas, enfrentar hambre, extrema pobreza, deficiencias en salud y educación, y someterse a elevado riesgo de violencia, reclutamiento por fuerzas armadas, abusos y explotación sexual.

El tráfico también resulta en consecuencias devastadoras para niños migrantes. Estadísticas son notoriamente difíciles de recoger, aunque se pueda estimar que el tráfico afecta cerca de un millón y doscientos mil niños cada año. Gran parte de esa infeliz niñez son niñas explotadas sexualmente.

Se recuerda la devastadora cinta llamada “voces inocentes”; y la reflexión ocupa las mentes para la proyección de una realidad humillante. De esta y muchas maneras, la migración infantil, representa un áspero tema en la agenda mundial.

Mientras el amable lector, se encuentra en análisis de este texto, muchos niños “invisibles” rondan las fronteras. 
CÉSAR FELIPE DE LA ROSA 

@cesaritodurondr