Encrucijada mexicana

Arnoldo Huerta Rincón

“La democracia es el peor sistema de gobierno,

 a excepción de todos los demás” “Wiston Churchill

Hace días el Dr. Sergio Elías Gutierrez, publicó en el periódico EL NORTE un artículo titulado “Ingobernabilidad”, en él empezaba señalando que a nadie le beneficia la crisis del Gobierno actual, que si hay algo que peor que un Estado autoritario, es un Estado sin autoridad; asimismo, es enfático en afirmar que el problema nacional no es de Gobierno, sino es una crisis del Sistema.
Cierto es, se observa en este momento una crisis de Sistema, no una crisis de Gobierno. Al inicio de este sexenio presidencial, el famoso “Pacto por México”, parecía hasta poético, los grupos parlamentarios de las diferentes fuerzas políticas del país, se reunieron como toda una Asamblea Parlamentaria (al estilo francés), y mediante abrazos (y algunos besos), celebraban las múltiples reformas constitucionales que darían a México una visión primer mundo, elevarían a la nación en un camino de éxito, la realidad es otra.

Empezando por la reforma educativa, independientemente si en papel sea positiva o negativa, la implementación de la misma le ha costado al país una desestabilidad política y social impresionante, los maestros no respetan la ley, pero la justificación de ellos es que la ley por sí misma es injusta, pues vulnera sus garantías social, algunos partidos políticas la manipulan a su beneficio; en fin: se ha vuelto un problema para todos.

Asimismo, la reforma político-electoral, trajo como consecuencia un cambio, empezando por la denominación de lo que era el IFE, para pasar a ser INE (Instituto Nacional Electoral), con la intención de fortalecer los procedimientos electorales, hacerlos más efectivos y transparentes, ¿qué sucedió?, los propios partidos políticos que pugnaron por esta reforma, la violaron en la primera oportunidad. En las últimas elecciones en los diferentes estados del país, lo que más se escuchaba era la continua compra de votos,  la impartición de temor por parte de grupos delincuenciales para la coacción del sufragio, los pactos entre partidos opositores, continuaron las famosas despensas, entre otras violaciones al sistema electoral; esto, cabe aclarar, por parte de las diferentes fuerzas políticas, no sólo de algún color: no se ha logrado el objetivo de la reforma.

En el tema de transparencia, un cambio jurídico importante, sin embargo, el sistema de transparencia parece diseñado para países de primer mundo como Dinamarca (por mencionar un ejemplo), la incorporación de la famosa Plataforma de Transparencia, que es un sistema mediante el cual los órganos públicos suben la información a la red,  le ha costado al erario público un dineral, mientras que el programa no ha funcionado de la manera prometida, aunado que no se diseñó revisando las particularidades de los Poderes (Legislativo, Judicial y Ejecutivo), es decir, no se estudiaron las diferencias de cada uno de ellos: la plataforma no puede funcionar de  igual manera para todas las instituciones públicas.

No puede seguir el país con este Sistema, se tiene que materializar un nuevo pacto social, ¿a quién le beneficia esta crisis de Gobierno? Las élites políticas no deben dejar sólo a México, costó mucho construir al país, edificar las instituciones, crear un amplio marco de libertades humanas, para que se nos caiga por falta de armonía, pericia, imaginación o un mal manejo de la política y la democracia. La soberanía reside en el pueblo y éste, se encuentra agotado, decepcionado y hambriento.

 

FUERA DE LUGAR… Nuevo Gobierno en el estado, nuevo partido en el poder, nuevo rumbo, nuevas políticas públicas, ¿nuevo Tamaulipas?… Ojalá.  

RECOMENDACIÓN SEMANAL: “Cuánto más corrupto es el Estado, más numerosas son las leyes”, frase del filósofo Tácito.

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