Interior/Antro/Noche, hombres y mujeres se desplazan de un lugar a otro al ritmo de la música, el lugar se encuentra en el mejor momento, los ligues abundan, los labios entre varón y varón se desarrollaban, el sentir de la fiesta corre ya dentro de los cuerpos y hace de las suyas, excitación, calor, alcohol, un nuevo elemento se unira a estos: sangre. No esto no es un guión, esto es un atentado.
La guerra, el odio, las diferencias políticas nos muestran que estamos en un mundo que derrama más sangre que tinta, que como dijo el papa Francisco es increíble que la comida a lugares en extrema pobreza no llegue pero que las armas si, los libros de historia se están llenando de hojas llenas de odio, rencillas, y a un lado estamos haciendo los logros que como “mundo mundial” podríamos obtener.
El ataque terrorista a una discoteca gay en Orlando, Florida en donde más de cuarenta personas vivieron sus últimos momentos y otras 53 resultaron heridas es un recordatorio de cómo la homofobia alimenta el odio y la muerte. Una muestra que la vida “real” superara la ficción, que aquello que vemos como “un mundo lejano” se encuentra a la vuelta de la esquina.
La madre del escritor colombiano Gabriel José de la Concordia García Márquez dijo en una entrevista que “Gabo” no es que fuera tan buen escritor, que lo que él tenía es que tenía buena memoria, que recordaba muy bien las historias que la gente le contaba, sí el premio nobel de literatura viviera no le contaríamos la historia de una puta triste, o de un Coronel solitario, sin duda su pluma demarraría lagrimas por los acontecimientos no solamente en Orlando sino en el mundo, donde una mínima diferencia entre formas de pensar se está volviendo excusa para derramar sangre.
En el mundo de cine se utiliza la voz en off al inicio o al término de la película para contar una historia o hacer una ligera reflexión, ¿qué diría nuestra voz en off en estos momentos? Nos preguntamos en ocasiones de dónde sacan la creatividad los guionistas de historias como “The Purge” (La noche de la expiación, 2013) donde se está permitido matar sin repercusión alguna, la respuesta es simple, los guionistas están conscientes de lo que es capaz el ser humano y el odio que posiblemente durante lo largo de nuestras vidas vamos acumulado hasta un día estallar.
Isaac Asimov , Herbert Wells, George Orwell, Aldous Huxley, Frank Herbert, Dan Simmons, son algunas de las plumas que a lo largo de los años nos han mostrado historias de ficción que en algún momento considerábamos “disparatadas” donde las máquinas nos dominan, en donde el humano se vuelve más frio que un tempano en el que solamente piensa para sí y el pueblo se ve reprimido, si comparamos sus historias con los titulares de la prensa el término ficción debería de volver a redefinirse, tal parece que todo ello se está volviendo una realidad.
“Menos sangre y más letras de paz”






