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3 de junio de 2016

La supuesta ciudad descubierta en 2013 bajo el mar por un grupo de buzos frente a la isla de Zakynthos ha revelado resultados inesperados.

Al observar las imágenes captadas, todos consideraban que podría haberse tratado de una nueva Atlántida, un antiguo espacio construido por el ser humano, devorado por las aguas del mar y parapetado entre mucha de la flora del Mediterráneo.

Pero no, se trata definitivamente del producto de la evolución del suelo marino y del impacto de todo tipo de componentes químicos en el agua, según un estudio de las universidades de Atenas y East Anglia que acaba de aparecer en la revista Marine and Petroleum Geology.

De manera que las supuestas columnas, los capiteles y los discos que semejaban bases de edificaciones son el resultado de siglos de movimientos submarinos y propios de la interacción entre los minerales en un momento tan lejano como el Plioceno, entre tres y cinco millones de años antes de que los primeros griegos construyeran sus propias ciudades.

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Foto: (City Lab NonHosted) 

“Parecía que había bases de columnas circulares, y pisos pavimentados, pero misteriosamente faltaban otros signos de vida pasada, como la cerámica», declaró a la prensa el profesor Julian Andrews, de la Facultad de Ciencias Ambientales de la Universidad de East Anglia.

Además de la ausencia de la cerámica, que tan habitual fue durante siglos en la arquitectura griega, otras evidencias les han demostrado a los investigadores que la oxidación provocada por los microbios marinos ha propiciado la formación de “una especie de cemento natural” que los estudiosos conocen como “concreción”.

Este curioso material es un mineral dolomita de presencia muy poco habitual en los fondos marinos, pero sí se conoce que suele ser común allí donde hay sedimentos plagados de microbios, quienes emplean el carbono en el metano como combustible.

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Foto: (Paris Match)

Seguidamente, todo parece indicar que la erosión del suelo marino facilitó la exhumación de estas piezas que confundieron a los buzos que las descubrieron en la bahía de Alikanas, en la paradisíaca isla de Zakynthos.

Con la ayuda de la microscopía, los isótopos y los rayos X, los investigadores analizaron con paciencia los componentes químicos de las muestras.

“Hemos investigado el sitio, que está entre dos y cinco metros bajo el agua, y encontramos que en realidad es un fenómeno natural que ocurre geológicamente”, declaró Andrews.

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Foto: (City Lab NonHosted

“La morfología de disco y anillo, que parecía la base de una columna circular, es típica de la mineralización en filtrado de hidrocarburos, que ha sido vista en modernos fondos marinos modernos y antiguos”, concluyó.

De manera que por ahora habrá que seguir esperando para descubrir la Atlántida y las otras civilizaciones que nos precedieron. Lo que sí está seguro es la existencia de otro tipo de civilización que nos deparará no pocas sorpresas: la civilización de los microbios.

Por: Yahoo noticias.