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Tan pronto como Blanca Alcalá tomó protesta como candidata a la gubernatura del estado, en marzo, Benjamín Xuchitl Pérez fue designado como Presidente Delegado del PRI en Tehuacán, Distrito importante y estratégico para lograr el triunfo que le devolvería al PRI el poder en Puebla.

Xuchitl Pérez, constructor de diferentes operaciones políticas, ha logrado convertirse en pieza clave del primer círculo del hoy jefe de facto en el municipio de Tehuacán, Álvaro Alatriste.

Dicen que Benjamín, lo han visto trabajar largas jornadas durante la campaña en las distintas oficinas y cafés, en especial en el war room del PRI Municipal, que con base en la aplicación de sus conocimientos en los negocios, psicología y política ha logrado unificar los diferentes sectores y grupos del PRI en base a acuerdos, inclusión y con ideas claras para entregar buenos resultados a Blanca Alcalá.

El grupo político más importante de Tehuacán; el alvarismo, decidió darle la responsabilidad como lider del PRI —segunda ciudad en importancia del estado— dicen, porque durante estos últimos años ha despuntado como una máquina de ideas novedosas, tanto en lo político como en el marketing y porque el poder analítico y teórico que tiene Xuchitl les sería de mucha utilidad en los planes y proyectos que se van cocinando durante la búsqueda de los próximos proyectos del 2018.

Las habilidades negociadoras de Benjamín no son del dominio público, pero sí los resultados. Xuchitl fue instruido por el CEN del PRI para unir al PRI local y lo ha logrado. Los distritos mejor calificados por el el PRI nacional son los dos de Tehuacán.

Benjamín Xuchitl está en todos los actos en donde se hace campaña a favor de Blanca Alcalá, siempre en absoluta discreción y sin protagonismos. Solamente observaba, casi todo se lo llevaba en la memoria, pocas veces hace alguna anotación.

La fuerza y el liderazgo de Álvaro Alatriste ha sido fundamental para que se estén dando buenos resultados en el PRI local, su causa y su trabajo ahora están bien encausados con Benjamín Xuchitl, quien es un hombre cercano a él, que sabe operar en silencio, en humildad y no debe creer que tiene poder propio, porque su poder es derivado.