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La organización civil Casa del Encuentro informó que la creciente ola de feminicidios que se registra en Argentina provocó que en los últimos 8 años, 2 mil 94 mujeres fueran asesinadas en su mayoría por novios, esposos o ex parejas.

La organización presentó su Observatorio de Feminicidos, con el respaldo de Naciones Unidas, un reporte anual sobre violencia contra las mujeres en el país sudamericano, que el año pasado gestó el movimiento “Ni Una Menos”.

Los datos son escalofriantes, porque pese a las denuncias, campañas y movilizaciones, los asesinatos de mujeres van en aumento y provocan otra tragedia menos visible, la de los niños que quedan huérfanos de madre o a cargo de la familia de su padre, que en muchos casos es el asesino.

Entre 2014 y 2015, por ejemplo, los feminicidios aumentaron de 277 a 286, y los casos registrados el año pasado provocaron que 214 menores se quedaran sin madre.

Desde que en 2008 esta organización comenzó a realizar su informe con base en informes periodísticos, ya son 2 mil 518 los niños y jóvenes que perdieron a su madre y que aún no cuentan con una legislación que obligue al estado a protegerlos económicamente hasta que sean mayores de edad.

Las metodologías se repiten año con año, ya que las mujeres son apuñaladas, estranguladas, golpeadas y baleadas, aunque en 2015 destacó una mayor tendencia a la incineración.

El informe subrayó, por otra parte los cinco travesticidios cometidos el año pasado y el feminicidio de una mujer originaria, ya que son crímenes que responden a esquemas de discriminación que persisten.

Los datos significan que en Argentina muere una mujer cada 32 horas por el simple hecho de serlo, además de que la mitad de los casos se registran en sus propios hogares.