Alas para volar…
@DanielaCarlos
Seguridad Pública… ¿para quién?
El derecho a la seguridad social.
Ojo por ojo y el mundo terminará ciego, cita una frase del pensador, activista y político Mahatma Gandhi. Esta frase encierra varios significados, pero uno de ellos considero es propicio para la ocasión, el cual, pienso que trata de explicarnos cómo en épocas de conflictos políticos, económicos y sociales, lo peor que podemos hacer es combatir guerra con más guerra.
Hace días circuló por las redes sociales, un video donde se exhibía a una mujer en una tienda departamental, a quien supuestamente acusaban de haberse robado algo, lo normal sería que la hubiesen llevado a alguna oficina y la hacer que regresara lo que supuestamente había sustraído, pero para sorpresa de todos los espectadores, los guardias de seguridad de dicho establecimiento la tomaron del pie y la esposaron.
La mujer como se puede apreciar en dicho video, se sentía sumamente desesperada y empezó a gritar que la liberaran y la ayudaran porque no se había robado nada, mientras estaba en el suelo y todos en la tienda la veían y al mismo tiempo observaban la forma de tan ancestral de actuar de estos guardias.
Si bien es cierto que los robos a tiendas departamentales son de los más comunes y afectan a estas empresas, nada tiene que ver la forma en como trataron a esta mujer, violando sus derechos humanos.
Hasta dónde hemos llegado que en nuestro estado, son este tipo de personas a quienes se les da reconocimientos y aumentos por “salvaguardar el orden y la paz”.
La seguridad en México ha dado la vuelta a la cara, son más las personas que prefieren no pedir ayuda a las autoridades en caso de algún percance por miedo a la reacción que pueda tener, porque en la mayoría de los casos resulta contraproducente.
Vivimos bajo la ley de Herodes y son ellos quienes se sienten con el derecho de hacer y deshacer a su antojo.
Pareciera una broma la aclamada película del director Roberto Hernández “Presunto culpable”, pero quienes han vivido de cerca esta realidad, sabrán que ésta es la verdadera seguridad que existe en México, y que desgraciadamente quienes gozan de influencias políticas, sociales o económicas, tienen la posibilidad de salir bien librados de cualquier tipo de delito. Caso contrario, si no tienes las posibilidades monetarias o el peso político, es poco probable que alguien de la cara por ti o que decida hacer su buena acción del día y anteponiendo los derechos de una persona, antes que las acusaciones que se impongan en su contra, como dicen: “En México eres culpable hasta que se demuestre lo contrario”; y que si estás en el lugar equivocado a la hora equivocada es posible que seas la persona correcta para ser acreedor a los cargos que debiera tener el verdadero culpable.
Muchos casos se han dado en la laguna en lo referente al tema de seguridad, desde faltas mal infundadas, hasta detenciones y encarcelamientos que no tienes pruebas suficientes o contundentes para ejercerlas.
Se dice que quienes trabajan en una de las tantas corporaciones policíacas que existen en el estado, tienen ciertos beneficios en la medida en que comprueben delitos a los ciudadanos. Esto nos lleva a preguntarnos si en verdad se hace valer la ley o simplemente es un escaparate de un mundo de corrupción que encarcela no sólo a los presos, sino a quienes forman parte de esta hampa.
Se supone que las autoridades están para ayudarnos, no para perjudicarnos, porque si decides tomar cartas en el asunto, las consecuencias pueden ser catastróficas. Entonces, ¿a quién vamos a recurrir los ciudadanos en casos como el de esta mujer? Esta es una de las preguntas que se hacen a diario los ciudadanos.
Como sociedad tenemos derecho a exigir nuestra seguridad y de quienes sabemos es violada, derecho a evidenciar el maltrato por parte de las autoridades, así como el mal uso del poder que tienen a su cargo. Son servidores públicos, se deben al pueblo y a la sociedad, no a quien más pueda o tenga más.
Las estadísticas dicen que la inseguridad va en decremento, pero me pregunto si esta supuesta baja incluye también este tipo de casos, porque de ser así, yo creo que en lugar de bajar, va en aumento y sin una presente evidencia de que las cosas vayan a cambiar.







