MI OPINION.
Adrián Garza Pérez
agpconsultor@gmail.com
Excesos sin democracia.
Desde la caída del precio de los energéticos, del petróleo en especial, México no es el mismo.
La economía mundial no es boyante, crecen pocos países de manera relevante y decrecen muchas otras economías. Nuestro país, su macroeconomía, navega entre aguas de devaluación y recesión. No hay circulante.
La fuga del Chapo ha despertado una peligrosa rebelión de los medios, una creciente andanada de las redes sociales en las que hacen héroe al escapista y satanizan como nunca al gobierno federal. Un túnel en la silla del águila, acusan los perversos; un túnel en la justicia nacional, advierten los distraídos.
La sucesión presidencial lejana (2017-2018) parece adelantar el reloj y desde todos los frentes partidarios ya se mueven fichas y se destapan circunstancias. El PRI se ve obligado a seguir el juego y los cambios en el gabinete federal se cavilan apurados por la coyuntura y mermando la visión del proyecto.
Los partidos políticos que aún no recogen todos los pedazos de la fractura que dejó el 7 de junio, queriendo engañar al público, muestran el debilitado musculo político y sucumben ante los liderazgos convenencieros dentro de sus estructuras.
La dirigencia de los grandes se renueva en agosto. El PAN tiene una circunstancia difícil: Ganará el alfil de Gustavo Madero y el choque de trenes, entre éste y Margarita Zavala, dará el motivo para el calculado rompimiento de Los Calderón con el albiazul. El cisma dejará vapuleado al partido.
En el PRI se prevé la llegada de un leal al Presidente, que no aspire y que le sepa; del tamaño del reto. No hay tantos.
Mancera Espinosa, que deambula en la izquierda pero que no pertenece a ningún partido, parece enfilarse hacia la candidatura del PRD (que se quedó sin buenos jinetes). No entiendo por qué muchos buscan ser independientes y Miguel Ángel quiere padrino. Los cambios de Mancera en su gabinete lo fortalecen, deja a MORENA y abraza al perredismo.
López Obrador con su MORENA golpeando a todos, alguien le dijo que dividir es fortaleza. Sigue en campaña.
Los gobernadores andan sueltos. Política y financieramente desatados están los mandatarios, no hay control y las evidencias ya supuran el mal estado. Las leyes a modo, los excesos y la soberbia; y la cabalgante corrupción, son francamente insultantes. La urgencia de encarcelar a más de uno en funciones, es receta para un caldero ardiente.
México tiene problemas. La democracia agoniza, los partidos políticos están desprestigiados y no enmiendan la plana. La corrupción y la impunidad son incontrolables, y los órganos de Contraloría dejaron de llamarse así, hasta el nombre rebajaron. No se controla el destino del gasto ni se sanciona el enriquecimiento inexplicable. La IP se acomodó al negocio.
Faltan algunos meses para la mitad del sexenio y ya se agotó el esquema. Urgen políticos de carrera al frente de las decisiones nacionales; de las estratégicas y de las orgánicas en general. Los cambios en el gabinete presidencial deben suceder pronto y con ellos el arribo de brazos operadores fuertes, conocedores y visionarios.
Nunca como ahora ha menester invocar al patriotismo, al nacionalismo acendrado, a la honestidad republicana y a la ética política. El desafío es mayúsculo: Desactivar la infamia, desenquistar la tecnocracia, erradicar la corrupción, recuperar el rumbo nacional.
México tiene remedio, pero solo si unidos y por la patria: cerramos filas, cercamos al malvado y combatimos al traidor.






