Entre la palabra y la tinta
¿Enemigo de la historia?
Por: Sergio Arévalo
Los años corren y uno creyera que el tiempo pasa para todos igual, después descubres lugares o personas en los que no pareciera que los años no caen, algunos otros les tenemos miedo a que los mañanas sean cada vez más y que no alcancemos a lograr todo aquello que tenemos planeado y es que en ocasiones a los días les faltan horas, bien diría Oprah W. “todo se puede hacer, pero no al mismo tiempo”.
Las vacaciones llegaron y con ello una experiencia de vida que de verdad llevaré en el corazón por el resto de mi existencia, visité a mi abuelo un hombre con vocación de docente que entrego más de la mitad de su existencia frente a grupo y fiel amigo de sus colegas maestros sea cual sea su procedencia, pasé unos días a su lado en un municipio del estado de Caohuila: Sierra Mojada.
Sierra Mojada es orgullosamente uno de los 38 municipios que integran nuestro estado de Coahuila de Zaragoza, completamente desértico, antiguamente la minería era gran fuente de empleo y en donde se considera una población total de 5,245 personas entre localidades como Hércules, San José de Carranza, Salinas de Rey, La Esmeralda entre otras.
Fue a La Esmeralda a donde llegamos a dormir, sobra decir que fuimos recibidos con ese calor humano y sentido de hermandad que caracteriza a las personas del Norte del país (sin agraviar a ningún lector), machaca, tortillas de harina, un buen chorizo con salsa entre otros manjares fueron algunos de los platillos que disfrutamos durante nuestra estancia.
Buen sabor de boca me dejo que nuestros anfitriones y amigos de los mismos se preocuparan por el no dejarnos ir sin ver lugares característicos y tradicionales de su localidad, aplaudo el mantenimiento que le han dado a su plaza principal en donde en algunas bancas se pueden ver apellidos de familias originarias de allí, una explanada lista para recibir a aquel artista que quiera compartir su talento al mundo y vialidades limpias que invitan al transeúnte a conocer el lugar caminando.
Me tope con el archivo histórico y con un museo que aunque sencillo uno podría encontrar fotografías o utensilios bastante interesantes, me acerqué a felicitar a las encargadas que la verdad se veían bastante contentas de recibir visitas y no quería dejar pasar ningún dato histórico que creyeran fuera de interés, al agradecerles sus atenciones y las condiciones en los que mantiene el museo me comentaron que existe interese por parte de la Presidencia Municipal de cerrarlo al no verlo necesario ¡Que insensatez!
El presidente municipal no se encontraba para poder conversar con él, pero espero entre en razón. Entender los beneficios que conlleva el que nuestras próximas generaciones vean por todo lo que ha pasado una entidad, saber los sacrificios y logros así como modificaciones tanto naturales como realizadas por el mismo hombre. Un pueblo sin historia no existe, para entender nuestro presente hay que conocer nuestro pasado.






