MI OPINION.
Adrián Garza Pérez
agpconsultor@gmail.com
Evaluación Educativa. Chuayffet vs AMLO.
Retroceder en la Reforma Educativa, tan trascendente como urgente, o ceder ante el chantaje de la CNTE, son el ánimo de la gente ante la noticia del aplazamiento de la evaluación educativa y sobre todo la “evaluación docente”, anunciado por tiempo indefinido, por Emilio Chuayffet Chemor, aun Secretario de Educación.
Está claro que Emilio Chuayffet no es un improvisado y que parece ser el más agraviado con esta reversa, temporal o definitiva, de una parte toral de la pretendida y hasta ahora lograda: REFORMA EDUCATIVA, que, él mismo Chuayffet, ha operado con evidente dificultad.
Un paro de clases en varios estados de la república, previsto para el lunes 1 de junio, con claros visos de saboteo electoral, por parte de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, facción beligerante y disuelta del SNTE, maniobrada por López Obrador; fue razón de la aparente concesión graciosa que premia al levantado.
No dejaron salirse con la suya al oportunista AMLO, le arrebataron la bandera ofrecida a los porros y a los profesores, tan escudados unos en otros, que es difícil saber cuáles son cuáles. El costo es magno, y el precedente ante el chantaje, es peligroso. Parecía no haber salida oportuna de menor costo. El proceso electoral estaba a seis días de sucederse, trascurso por el cual se calculaba prolongar el movimiento, con “perversidad pejistica”, para afectar la justa, presionando en lo estratégico, y evidenciar una vez más al gobierno de Peña Nieto.
Ahora, dimensionan a López Obrador y lo reducen a su tamaño real. Pelearán a varios rounds, Chuayffet contra AMLO; espectador de palco será el presidente, dejando de enfrascarse en rencillas fabricadas que lo reducen en su jerarquía. El rudo Andrés Manuel contra el técnico Emilio, a dos caídas de tres; el final,…de película. Ignora acaso “el Peje” que Chuayffet fue peleador callejero, que dirigió Gobernación y que, para efectos prácticos, representa al grupo Atlacomulco.
De incendiar al DF amenazó AMLO a Miguel Mancera si él cree que hubo fraude en la elección del DF. El juicio a la López Obrador ya es conocido, voto por voto y casilla por casilla hasta que él gane, si no, manda a sus encapuchados a pintar, dañar y quemar todo a su paso; de preferencia monumentos históricos y reliquias nacionales. Se trata de hacer el mayor daño emocional y físico. El miedo es su aliado, la destrucción su conducta; el mesianismo su trinchera.
Sigue en su guion poner en jaque al país, desestabilizar las elecciones, y sacar raja política del desconcierto. Golpear al presidente es su pasatiempo favorito desde hace más veinte meses; los chantajes, hasta hoy, le han dado dividendos.
Muchas cosas cambiarán después del 7 de junio. La realidad se trasformará, el antes y después de las elecciones será el tema de análisis, invitará a la reflexión. Se me hace que el plan del rijoso tiene los días contados. Seguirá AMLO en la arena política, pero su verdadero rostro, queda evidenciado.
La realidad política, el equilibrio de fuerzas, las estrategias y alianzas, sufrirán un cambio radical. Vaticino un giro evidente en la composición de fuerzas y la estrategia del gobierno federal, que pudiera incluir cambios en el gabinete. Reagrupación de líneas, endurecimiento del mensaje y de la acción política, como reacción oportuna. Retomar el mando, un certero golpe de timón, y un mayor movimiento nacional, son una silueta dibujada en el horizonte político, que yo advierto.
Las grandes trasformaciones nacionales, y de ellas las trascendentes Reformas Estructurales, sobadas por veinte años y logradas en este sexenio, no están a prueba ni son divisa de cambio. Si algo diferenciará, en el tiempo, a este gobierno con anteriores y posteriores, es el Pacto por México que permitió el surgimiento de un nuevo paradigma, entendido como las nuevas reglas del juego. Son nuevas condiciones del portafolio nacional de negocios, donde ahora caben las asociaciones estratégicas de empresarios mexicanos y extranjeros, con el gobierno, significando una reformada visión nacional, hacia el mundo.
La Reforma Educativa es la ruta correcta hacia un México educado y con valores, seguro y en paz; para un magisterio comprometido y responsable. No hay marcha atrás, no hay lugar a regalos magisteriales ni a concesiones políticas. El riesgo es grave y el impulso ha costado mucho. Ningún mesías, ni algún iluminado pueden arrebatarnos el laurel de las manos. La niñez y la juventud son presente y futuro. Los maestros, los muchos buenos, son padres de familia, y saben esto. Yo confío en México, espero en el gobierno y creo en el magisterio. Educación evaluada, educación que trasforma.






