ROSA MEXICANO
El candado es Enrique Peña Nieto
Lunes, voy con mi hacha

Hace diez años, en el 2005, un connotado priista lagunero aseguraba sería el candidato del PRI y el siguiente gobernador de Coahuila. Vicente Fox era el presidente de la República, así que no habría opinión ni mucho menos imposición alguna desde Los Pinos. Con eso en mente, se dedicó a hacerse del control de la dirigencia del PRI,  de su estructura electoral y de movilización que en específico estaban a cargo de Demetrio Zúñiga, entonces Secretario de Elecciones del tricolor estatal.

También controlaba los programas sociales en la Laguna, entonces en manos de  Miguel Riquelme. De su lado estaban buena parte de los diputados federales entre ellos Eduardo Olmos y buena parte de los diputados locales y varios secretarios y funcionarios del gabinete estatal. Lo mismo sucedía con varios alcaldes que ellos aseguraban estaban de su lado.

Todo lo tenía calculado y para él solo era cuestión de tiempo; un mero trámite, pues. Renunciaría a su cargo y competiría para hacerse de la candidatura y luego de la gubernatura. Sabía que tenía un candado, un solo impedimento; los estatutos del PRI exigían a quieres aspiraran a convertirse en candidatos a Gobernador a contar con haber tenido un cargo de elección popular. Pero su grupo «La Burbuja» lo animaba y le decía que el candado podía romperse.

El resultado lo conocemos todos, aunque pocos quieren acordarse: él fracaso pues Raúl Sifuentes no pudo siquiera competir; el candado se lo impedía.

Hoy diez años después, el mismo grupo, casi los mismos actores (Riquelme, Olmos, Demetrio, Lauro Villarreal ) entre otros a los que se han sumado Rubén Moreira quien ahora encabeza a esta nueva versión de «La Burbuja» y mi perverso favorito Catalino Creel o David Agrillon, como lo prefiera llamar, van en pos de esta nueva aventura que parecería también destinado al fracaso.

Ahora y al igual que hace diez años, también tienen el control del PRI y su estructura clientelar, del gobierno, de los programas sociales, de alcaldes priistas, diputados federales y locales. Todo lo tienen calculado, todo forma de un plan perfecto que no puede moverse. Se sientes genios y creen van a pasar a la historia al conservar el gobierno por 18 años. Nada puede fallar.

Nadie pude dudar de la eficacia electoral de Rubén (o como dice el dicho, con agua y dinero cualquier lentejo es ganadero y dinero, hay) ejerce un gobierno hecho para competir en elecciones pero no para gobernar con visión de estado y por supuesto, sin visión de futuro. En los Pinos y en el PRI Nacional le reconocen esto.

Pero tampoco ignoran que esa eficacia solo funciona en elecciones a quien nadie interesa como son las de diputados locales y federales. Y la prueba de ello son los fracasos en la elección presidencial de 2012 y de Alcaldes en 2013.

Aun así, Rubén dice a quién quiere oírlo, que nadie le podrá negar el imponer candidato si gana los 7 distritos federales el próximo domingo como todo apunta a que va suceder. Pero en México saben que el PRI en Coahuila vende muy caros sus victorias, pírricas dirían otros y que tiene 3 elecciones que no pasa de los 400 mil votos, insuficientes para ganar la gubernatura en el 2017 pues desde el año 2011, el PRI Coahuila ha dejado de recibir 280 mil votos que fue su tope máximo hace 4 años en la elección donde triunfo Rubén.

Lo saben todo, pero hoy, la mera neta de las netas del planeta, están, más que preocupado por los probables resultados que el PRI obtendrá en los estados donde compite por las gubernaturas, en donde se asegura habrá una fuerte sacudida para el Revolucionario Institucional.

Este es el escenario al que se enfrentan Rubén y Catalino Creel en su sueño de imponer a Miguel Riquelme como candidato a Gobernador. Pero también ahora y al igual que hace una década, el proyecto de Rubén Moreira de heredar la gubernatura a Miguel Riquelme enfrenta un candado, uno que tampoco podrán romper. A eso habrá que sumar las malquerencias que Rubén se ha hecho con Miguel Osorio, con César Camacho y con más de la mitad del Gabinete Federal.

Así que en resumen podemos decir que hoy el candado que enfrentan no es de índole estatutario. Hoy el candado tiene nombre y apellido;   Enrique Peña Nieto.

Ultima semana, NO OLVIDE QUE SI NO VOTA, VAN A GANAR LOS MISMOS…(y si lo duda, repase esta columna…los mismos, los mismos, los mismos)