MI OPINION.
Adrián Garza Pérez
agpconsultor@gmail.com
Sin energía y sin acero.
El mineral de hierro, hacia una nueva crisis. Los precios para entregas a futuro de la materia prima han caído un 30 % en un mes; su pronóstico es más pesimista que para el petróleo. Para mineras que ahora sólo intentan permanecer en el negocio, está peor. Los precios al contado de la materia prima para elaborar acero han caído un 60 por ciento en el último año, a medida que la demanda, particularmente desde China, se ha desacelerado rápidamente.
Pese al desplome de precios, las mineras han podido cubrir la producción futura a precios muy por encima de los niveles cotizados al contado. Hace un mes (marzo del 2015), las mineras aún podían vender producción al 2017 a cerca de 70 dólares por tonelada, pese a que los precios para abril del 2015 cayeron por debajo de los 60 dólares, por primera vez en más de cinco años. Los futuros del mineral han caído por debajo de los 47 dólares por tonelada para entregas hasta fines del 2017, impidiendo cualquier posibilidad de establecer coberturas sobre los niveles de costo.
“Una combinación de factores llevó a la reciente caída de los precios, principalmente la noticia de que China planea subsidiar a su sector de mineral de hierro para proteger a su débil industria siderúrgica. Los subsidios ayudarían a mantener a las minas abiertas y a un aumento de los suministros. Los envíos agresivos de exportadores australianos y brasileños también han pesado sobre los futuros”.
México resiente “el chinazo” y se prepara para la crisis, pero Coahuila, cual modus operandi, no se pone las pilas y evade el tema. Igual que los energéticos que no valen sin precio base internacional, que no representan negocio, ahora el acero se precipita, en franca caída libre. Las economías de Monclova, la región centro y de muchos negocios de Coahuila y hasta de fuera de ella, están en riesgo por la estrepitosa devaluación del precio internacional del acero.
AHMSA y subsidiarias valoran un nuevo diferimiento del proyecto Fénix, ese, que despertó al cuarto y quinto alto horno, de su prolongada modorra; ese que presumieron al presidente @EPN, quién sólo por eso, aceptó una fugaz gira por Monclova, que no por Coahuila, que según parece, le resulta incómoda. A saber ¿por qué?.. Este recorte de planes conlleva despidos, moras de pago a proveedores y subsidios estatales a cambio de estabilidad temporal, en tanto pasa la crisis de precios, que si sigue la tendencia del petróleo, podrán pasar muchos meses sin estabilización.
Como coincidencia, que parece política, pero que es puramente de negocios, llegó recientemente como segundo de a bordo del corporativo de AHMSA, el vástago de Carlos Salinas de Gortari. Pudiera pensarse también, que preocupado por el destino de sus guardaditos, fue mandado por el expresidente, pero, pudo también ser mandado por “mamá Occelli”, a cuidar sus acciones post matrimoniales, ante la inminente crisis.
Y, como en Coahuila ya no se hacen puentes ni se negocia con acero desde el gobierno estatal, AHMSA se reduce a poner candidatos y a financiar campañas. Si no, pregúntenle a Lupita Oyervides, quien desbancó a más de una consentida.
En Coahuila, la política y el acero, son tanto como las promesas y la tenencia. México y Coahuila aun no descuentan del presupuesto los efectos de la crisis energética y ya resienten los efectos del crac del acero. Ramos Arizpe tiene recargada parte importante de su frágil y deficitaria economía municipal en DEACERO y sus cuatro plantas, tampoco quedara bien parada con este negro panorama que anuncia efectos de subsidio o despidos masivos.
El gobierno, hecha las campanas al vuelo con cada proyecto que se ve promisorio, y ante el más mínimo coqueteo de algún empresario audaz o de un negocio de antojo, se precipita sin tanteo, para luego recular, sin medir el impacto financiero de andar gastando lo que no se ha ganado. No hay planeación de fondo ni previsiones de mercado, y la historia “del estado con energía”, como maldición y la poca visión de mercado, se repite. Los coahuilenses, no comeremos de política ni nos emplearemos de promesas, de cuitas, o de éstas alegrías sacarinas. Sin energía y sin acero, con recortes federales y con calefactos anticipados, que ya nos cuestan; no habrá ni para chicles, aunque sean de cera de candelilla.






