Entre la palabra y la tinta
“Miss”
Por: Sergio Arévalo 
Yo estoy muy agradecido, por mi trabajo, mi familia y la persona con la que comparto mi vida, hace unos días en una comida se nos preguntó quién “mandaba” en la relación. Nos quedamos viendo por un momento y después de unos segundos yo respondí  “Yo los pantalones, la otra persona lleva la corona”. Así sea. 
El pasado domingo creí que las redes sociales se verían  invadidas por comentarios de enojo por las alianzas por los partidos,  tal vez por cumplir un mes más de no tener información fehaciente de lo ocurrido de Ayotzinapa o que el salario mínimo realmente no alcanza para comprar la canasta básica o mínimamente de la exposición del pintor Carlos Vielma. La realidad es que el concurso de Miss Universo era la tendencia. 
Se dice que la Reina María Antonieta de Austria  al momento de que sus súbditos le informaron que el pueblo de Francia moría de hambre y que suplicaban se les diera algo para comer ella respondió “Que coman pasteles”, claro que esto ofendió a la corte y mostraba el desinterés que tenia la mandataria por su gente, pero de haber sido el siglo XXI y de estar en Saltillo tal vez se la reina hubiera dicho “Que coman pan de pulque”, claro que suena menos glamuroso pero en mi opinión más sabroso. 
Las mujeres mexicanas merecen todo mi respeto, pero existen algunas a las que les daría un monumento, Lupita Jones Garay  Miss Universo en 1991 es una de ellas. Ha demostrado que ser guapa no está peleado con la inteligencia, año con año organiza un certamen que requiere una coordinación a nivel nacional, donde tiene que mostrarse la belleza de la mexicana, y llevarlas al máximo triunfo, como a 	Ximena Navarreta en el 2010. 
La comunidad LGBTTTI (Lesbico, Gay, Bisexual, Transgénero, Transexual, Trasvesti e Intersexual) tiene a su propia Reina de belleza, lleva unos cuantos años llevándose dicho certamen pero poco a poco se va haciendo de un público y el nivel de las participantes va ascendiendo, enseñando no solamente sus talentos y habilidades sino también demostrando que la belleza interna se puede exteriorizar,  ¿y qué mejor que con unos tacones del 12? 
“Reinita” les decían a las nueras cuando las instruían al mundo de la cocina y es que al parecer a las nuevas generaciones eso de agarrar el palote y el molcajete no es lo suyo (sin albur, por favor que esta es una columna seria). Y para no repartir lo que les toca de madre, de una manera sutil y con tono de desesperación las corregían “Reinita se agarra de más abajo” “Reinita los testales los estás haciendo muy gordos” “Reinita…mi hijo no te merece”. 
Miss Colombia tendrá un gran reto, demostrar que en su país no solamente se fabrican drogas, una imagen que han tenido durante años, a Escobar gracias. Tendrá que lucir no solo su belleza sino las características principales de su gente, sus modos, gustos y sobre todo cultura. Que nos demuestre que no solamente es un “Corto, corto, largo, largo”. 

              
 




