EL DÌA 19 de enero se cumplió un aniversario más de su nacimiento (es el día feriado que lo recuerda, realmente nació un 15 de enero). Martin Luther King Jr. (1929 –1968), pastor de la iglesia bautista que encabezó el Movimiento por los derechos civiles de los afroamericanos, participó como activista en protestas contra la Guerra de Vietnam y la pobreza en general. Por su entrega y determinación para terminar con la segregación estadounidense y la discriminación racial por medios no violentos, fue condecorado con el Premio Nobel de la Paz en 1964. Cuatro años después, en una época en que su labor se había orientado especialmente hacia la oposición a la guerra y la lucha contra la pobreza, fue asesinado en Memphis Tennessee, cuando se preparaba para liderar una manifestación.
SU LUCHA: El derecho al voto, la no discriminación y otros derechos civiles básicos para la gente negra. “El sur de los Estados Unidos se caracterizaba por la violencia que se ejercía contra los negros, un racismo que llegaría a provocar la muerte de personas de color a manos de blancos”. El 1 de diciembre de 1955, una mujer negra, fue arrestada por haber violado las leyes segregacionistas de la ciudad de Montgomery Alabama, al no querer ceder su asiento a un hombre blanco en un autobús, Luther King inició un boicot de autobuses. La población negra apoyó y sostuvo el boicot. Fue arrestado durante esa campaña, que duró 382 días y que resultó muy tensa a causa del racismo, “los blancos recurrieron a métodos terroristas para intentar amedrentar a los negros”. Su lucha, las muertes de negros y su encarcelamiento no fueron en vano, el 13 de noviembre de 1956, la Corte Suprema de los Estados Unidos, declaraba ilegal la segregación en los autobuses, restaurantes, escuelas y otros lugares públicos.
“TENGO UN SUEÑO”: (Su histórico discurso, el 28 de agosto de 1963 delante del monumento a Abraham Lincoln en Washington, DC. “Es un sueño profundamente arraigado en el sueño americano. Sueño que un día esta nación se levantará y vivirá el verdadero significado de su credo: Que todos los hombres son creados iguales. Sueño que un día, en las rojas colinas de Georgia, los hijos de los antiguos esclavos y los hijos de los antiguos dueños de esclavos, se puedan sentar juntos a la mesa de la hermandad. Sueño que un día, incluso el estado de Misisipi, un estado que se sofoca con el calor de la injusticia y de la opresión, se convertirá en un oasis de libertad y justicia. Sueño que mis cuatro hijos vivirán un día en un país en el cual no serán juzgados por el color de su piel, sino por los rasgos de su personalidad. Hoy tengo un sueño. Cuando repique la libertad y la dejemos repicar en cada aldea y en cada caserío, en cada estado y en cada ciudad, podremos acelerar la llegada del día cuando todos los hijos de Dios, negros y blancos, judíos y cristianos, protestantes y católicos, puedan unir sus manos y cantar las palabras del viejo espiritual negro: Libres al fin. Libres al fin. Gracias a Dios omnipotente”…
MARTIN LUTHER KING vive y es omnipresente. Pudo esa bala asesinar al líder, pero nunca podrá socavar una lucha, que heredó, por los derechos civiles y por la igualdad que esa patria urgía. El racismo contra los migrantes mexicanos y suramericanos, es para mí, un retroceso mental e histórico en la vida de los estadounidenses. La reforma migratoria, es en esencia, la lucha continuada por la igualdad racial y étnica, la de antes de King y la actual de Obama. “Si ayudo a una sola persona a tener esperanza, no habré vivido en vano”… MLK.






