El autoempleo y las empresas sociales

Recibí muchos comentarios de la columna «Empresas sociales, antídoto contra la pobreza» publicada la semana del 15 de diciembre de 2014, «recibí muchos comentarios» es una manera educada de decir «¡me tundieron a tuitazos!», así que como decía Jack el Destripador, «vamos por partes»:

Primero vamos a aclarar qué fue lo que dije y qué dijo el Profesor Yunus, a quien el comité de Noruega le dio el premio Nobel de la Paz, porque el comité de Noruega a mí sólo me dio a mi norueguita con la que vivo, y que quede claro, él se quedó con el dinero del premio por los estudios que realizó, yo sólo lo leí.

Me apalearon porque dije que cuando una mujer emprende un negocio tiene un impacto social, me preguntaron que si las empresas que iniciamos los hombres no tienen impacto social, y la respuesta no es ni sí, ni no, sino todo lo contario, lo que dice Yunus es que las mujeres de las comunidades en donde se hizo el estudio, pensaban más en sus hijos y en su educación, de ahí que cada dólar generado tuviera un impacto muy importante en las siguientes generaciones.

No se les olvide que estamos hablando de culturas en las que primero come el hombre, después los hijos varones, luego las hijas, después (me imagino) la suegra y si sobra, entonces come la mujer (no la de Yunus, que no sé si tenga mujer, sino la de las comunidades en donde se realizó el estudio). ¡Imagínate! con lo que se quiere a la suegra,  si tu suegra se acaba la comida porque come antes que tú, «¿cómo no te voy a querer?», dicen los Pumas…

También me preguntaron si estaba en contra de las donaciones para ayuda, la respuesta es un rotundo no, si alguien quiere ayudar ¡adelante!, sin embargo, quien más interesado está en las empresas sociales son las mismas personas que necesitan generar autoempleo, ese sector al que de repente llamamos «Sector informal» y que de informal sólo tiene el nombre, en mi opinión lo que realmente representa ese sector es el esfuerzo de muchas personas por crear a sus propios puestos de trabajo, yo prefiero llamarla Economía de aspiraciones, aunque digan que inhalé tíner, no encuentro otro nombre.

Y antes de que me agarren a tuitazos, por sector informal no me refiero a una persona que no quiere pagar sus impuestos, me refiero a aquellas personas (aquí sí hombres y mujeres) que día a día luchan por tener mejor calidad de vida haciendo lo mejor posible con las habilidades que tienen. En lugar de malgastar nuestro tiempo enseñándoles nuevas habilidades, tratemos de desarrollar al máximo las que ya tienen, así como sus talentos.

Aquí radica la importancia  del microcrédito, pues se presta dinero a quienes quieren salir del círculo de pobreza, lo que se propone es prestar directamente a las personas para que ellos mismos desarrollen su propio empleo, y que quede claro, ellos mismo lo pueden hacer en las condiciones adecuadas.

El profesor Yunus piensa que existe una relación directa entre la creación de puestos de trabajo y la reducción de la pobreza, mientras que los economistas (de la escuela donde estudió el profesor Yunus, porque yo sólo aprendí inglés playero) suelen reconocer solamente una única clase de empleo: el empleo asalariado.

El punto a resaltar es que una gran parte de la población de muchos países en desarrollo se gana la vida a través de una u otra forma de autoempleo. Como dice Garcilaso: «No sé hacer otra cosa que soldar mofles de camiones y tanques de gasolina, pero patrón no tengo dinero», y por lo que le conozco, ¡qué bueno que no tiene!

Coincidimos (el profesor Yunus y yo) en que todos los seres, incluyendo los  humanos (eso nada más lo digo yo), tienen una habilidad innata, la de supervivencia, y ahora lo que más nos conviene a todos es que las personas cuenten con apoyos básicos y un entorno «amigable» para que puedan desarrollar autoempleo. Y luego, como el Chino Lao, dar un excelente servicio para mantenerse en el mercado, recuerdo que una vez me dijo «Me quelían complal todo el leflesco, y les dije que no polque si vendo todo, después ¿qué vendo?».

Da risa, pero pensándolo bien no es chiste…

Nos leemos la próxima semana aquí en Emprende seguro, ya me dijeron que en este autoempleo de emprendedor empedernido no hay vacaciones porque este periódico se publica todos los días…


Tags: Empresas sociales, microcréditos, emprendedoras, economía, finanzas personales, ideas para negocios.

Acerca del autor:
Luis se ha desarrollado en el sector financiero desde 1982, ha trabajado en inversiones, retiro, seguros y la banca privada tanto en bancos como en casa de bolsa y aseguradoras.
Es Presidente y fundador de Asegura, empresa que se especializa en la búsqueda, atracción y desarrollo de personas. Ha impartido conferencias en México y Estados Unidos sobre temas de seguros, retiro y motivación.

Texto revisado por: bettypelayo@gmail.com