El ataque de los zombis
Algún tipo de fascinación extraña ejercen sobre nosotros los zombis. Lo mismo series de televisión,  juegos de video, películas que de tan malas dan pena, hasta infinidad de bibliografía que llega a dar pena. Incluso el propio Santo, el enmascarado de plata se enfrentó a ellos en su filme “Santo contra los zombis” película del año 1961. Los zombis son una especie extraña. Son humanos que murieron y que después son reanimados pero no presentan funciones en su corazón. Son seres sin vida y sin alma a los que hay que volver a matar para que ahora si mueran, algo que resulta muy extraño porque es muy difícil matar a algo que ya murió.
El origen del concepto zombi, una charlatanería más de nuestra Latinoamérica siempre herida por sus absurdas creencias, deriva de la cultura vudú de Haití, el país más pobre de América. La palabra significa «espíritu de los muertos.». Ahí se descubrió que para convertir a personas en “zombis” se utilizaba la sustancia activa tetrodotoxina, un agente que puede producir parálisis general e incluso la muerte. Luego a esos “zombis” se les suministraba un agente químico que les disminuía su voluntad. Al final eso son los “zombis”, seres sin voluntad propia alguna.
Es por eso que resulta extraño que hace unas semanas en Los Cabos, Bajacalifornia sin necesitar de “tetrodotoxina”, miles de seres humanos se convirtieron en “zombis” que atacaron supermecados, tiendas de conveniencia y hoteles de Los Cabos en Baja California Sur. Tras el destructivo paso del Huracán Odile que provocó afectaciones en la infraestructura carretera, telefónica y eléctrica y mantuvo por varios días a la población incomunicada, todos pudimos ver en los noticieros a los “zombis” en acción. Siempre actuando en grupo, esos zombis robaron y causaron daños a cientos de instalaciones comerciales. El motivo era una supuesta hambruna de 48 horas de duración que necesitaba ser calmada con cervezas, televisiones de pantalla plana y reproductores blu ray. Pero la pregunta es ¿Hubieran hecho cada uno de estos zombis ladrones de cerveza lo mismo en lo particular?. La respuesta es no.
Por años, la ciencia del comportamiento ha investigado el porqué mucha gente que actúa sola es pensante pero cuando actuamos en grupo se vuelve una especie de “zombis”. Y es que algunas personas son más propensas a disolver su personalidad entre la multitud, fenómeno fue investigado por la doctora Rebecca Saxe, neurocientífica del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), que descubrió qué partes del cerebro están implicadas en la empatía, las decisiones morales y cómo cambian en función de determinadas variantes. El resultado publicado en la revista científica NeuroImage, demostró cómo las personas pierden contacto con sus referencias morales individuales cuando actúan en grupo y cómo nuestro cerebro toma decisiones morales distintas cuando estamos solos que cuando actuamos en grupo.
La investigación realizó resonancia magnética a 23 voluntarios a quienes analizaron su actividad cerebral centrando la atención en el área del cerebro, la zona media de la corteza prefrontal, que se activa siempre que la persona hace valoraciones sobre sí misma y las cosas que piensa, como si fuera una especie de sentido del ‘yo’ y que la gente cambia sus prioridades cuando hay un ‘nosotros’ y un ‘ellos’, como si el sentido de la responsabilidad personal, se disolviera en el anonimato colectivo. El resultado final fue la confirmación de que «la gente cambia sus prioridades cuando hay un ‘nosotros’ y un ‘ellos’ y puede servir para comprender mejor por qué algunas personas son más propensas a «perderse a sí mismas» o disolverse dentro de un grupo que compite con otro. La literatura científica coincide en señalar que nuestros cerebros parecen desarrollar un sentido del grupo que nos hace percibir a los otros como extraños e incluso hostiles, y en los casos más extremos, deshumanizarlos.
Los ataques de los zombis tras el Huracán Odile son un ejemplo de eso. Un ejemplo más de como en muchas ocasiones (no siempre) el ser humano en lo individual es inteligente pero en masa, nos convertimos en seres sin voluntad, en muertos vivientes.
@marcosduranf

              




