Dogma de Fe
Julio 15 de 2014Eramos muchos Somos muchos. Hace apenas 500 años, y a pesar de que entonces no se llevaban estadísticas poblacionales, cifras disponibles aseguran que los humanos eramos 500 millones de habitantes; 300 años después, en el año 1880 alcanzábamos los 1 mil millones de personas. Ya en el año de 1930, el número alcanzaba proporciones preocupantes pues en 50 años, llegábamos a 2 mil millones. A partir de ahí, todo explotó pues en 1975 hace menos de 30 años, 4 mil millones de humanos poblábamos la tierra. Fue entonces que iniciaron los programas de control poblacional que con relativo éxito hicieron un poco más lenta la espiral de crecimiento. Pero un 11 de Julio de 1987, solo doce años después de llegar a los 4 mil millones, superamos los 5 mil millones evaporando el relativo éxito de las campañas que buscaban detener el crecimiento demográfico.
En esa misma fecha, la Organización de las Naciones Unidas (ONU), empezó a celebrar el Día Mundial de la Población. La ONU asegura que esta festividad busca concientizar sobre la importancia de los problemas demográficos y su impacto en los niveles de desarrollo. Pero al parecer muy pocos han hecho caso de esto, ya que desde entonces, la población creció en 2 mil 200 millones adicionales alcanzando la escalofriante cifra de 7 mil 200 millones de habitantes. Siguiendo al pie de la letra el libro del Génesis en su capítulo 1.28 que dice: -Creced y multiplicaos-, 80 millones de humanos nacen cada año y para el año 2050, seremos 10 mil millones de habitantes.
Hoy, además de que somos muchos más, vivimos mucho más. En solo 100 años, los mexicanos triplicamos nuestra esperanza de vida. En 1914 nuestra esperanza de vida era de 25.4 años y hoy día, gracias a los avances científicos y hábitos de limpieza, vivimos en promedio 75 años. Pero aunque las estadísticas dicen que vivimos mucho más, esos años que agregamos son de baja calidad pues enfermedades como diabetes, cardiovasculares, enfermedades del corazón y otras producto de la obesidad, ponen en duda si esos años se viven con dignidad.
Una cantidad tan grande de seres humanos, supone un reto global de proporciones inimaginables pues habrá que satisfacer las necesidades actuales y futuras de miles de millones de seres humanos. Los especialistas coinciden en que el crecimiento desmedido y los escasos recursos naturales disponibles como el agua y los alimentos, harán aún más difícil esta crisis. Imagine la cantidad de agua y los campos que habrá que sembrar para alimentarnos y toda el agua necesaria para darnos de beber. Después, piense en la desertificación de los suelos. A eso habrá que sumar lo que 7 mil 200 millones o 10 mil millones de personas haremos al planeta. Mover a esos miles de millones de personas en vehículos que contaminan, en hogares que calentar o enfriar, en los trabajos que se necesitan para que tengan un ingreso digno y en toda clase de actividades que desarrollamos como especie humana. Luego, piense en todos nosotros talando árboles para usar papel, quemando combustibles fósiles y tirando basura, todo al mismo tiempo.
Kofi Annan, Ex Secretario General de la ONU, dice que gran parte del problema de la superpoblación humana no es el número de personas que viven en el planeta sino cómo vivimos. Los especialistas creen que los esfuerzos por la sostenibilidad y la conciencia ecológica de las últimas décadas han sido neutralizadas por el rápido crecimiento de la población. Somos muchos y el agotamiento de los recursos naturales y el aumento en la esperanza de vida vuelven a este mundo insostenible. Un ejemplo de ello es que la Cumbre de la Tierra de la ONU en 1992 decía que el consumo de los recursos clave superaba en 25% las posibilidades de recuperación de la tierra. Hoy esa cifra alcanza el 33%.
El viernes pasado, al escribir este artículo motivado por el Día Mundial de la Población, con cifras que arroja que ahora mismo somos 7 mil 200 millones y que en el 2050 seremos 10 mil millones de seres humanos sobre el planeta, leo en un periódico que una mujer de 63 años, madre de cuatro hijos y abuela de siete nietos ha dado a luz a su quinto hijo. A un lado de esa nota, alcanzo a leer otra que dice: “Científicos buscan crear el gen de la inmortalidad”… Vaya genios.
En esa misma fecha, la Organización de las Naciones Unidas (ONU), empezó a celebrar el Día Mundial de la Población. La ONU asegura que esta festividad busca concientizar sobre la importancia de los problemas demográficos y su impacto en los niveles de desarrollo. Pero al parecer muy pocos han hecho caso de esto, ya que desde entonces, la población creció en 2 mil 200 millones adicionales alcanzando la escalofriante cifra de 7 mil 200 millones de habitantes. Siguiendo al pie de la letra el libro del Génesis en su capítulo 1.28 que dice: -Creced y multiplicaos-, 80 millones de humanos nacen cada año y para el año 2050, seremos 10 mil millones de habitantes.
Hoy, además de que somos muchos más, vivimos mucho más. En solo 100 años, los mexicanos triplicamos nuestra esperanza de vida. En 1914 nuestra esperanza de vida era de 25.4 años y hoy día, gracias a los avances científicos y hábitos de limpieza, vivimos en promedio 75 años. Pero aunque las estadísticas dicen que vivimos mucho más, esos años que agregamos son de baja calidad pues enfermedades como diabetes, cardiovasculares, enfermedades del corazón y otras producto de la obesidad, ponen en duda si esos años se viven con dignidad.
Una cantidad tan grande de seres humanos, supone un reto global de proporciones inimaginables pues habrá que satisfacer las necesidades actuales y futuras de miles de millones de seres humanos. Los especialistas coinciden en que el crecimiento desmedido y los escasos recursos naturales disponibles como el agua y los alimentos, harán aún más difícil esta crisis. Imagine la cantidad de agua y los campos que habrá que sembrar para alimentarnos y toda el agua necesaria para darnos de beber. Después, piense en la desertificación de los suelos. A eso habrá que sumar lo que 7 mil 200 millones o 10 mil millones de personas haremos al planeta. Mover a esos miles de millones de personas en vehículos que contaminan, en hogares que calentar o enfriar, en los trabajos que se necesitan para que tengan un ingreso digno y en toda clase de actividades que desarrollamos como especie humana. Luego, piense en todos nosotros talando árboles para usar papel, quemando combustibles fósiles y tirando basura, todo al mismo tiempo.
Kofi Annan, Ex Secretario General de la ONU, dice que gran parte del problema de la superpoblación humana no es el número de personas que viven en el planeta sino cómo vivimos. Los especialistas creen que los esfuerzos por la sostenibilidad y la conciencia ecológica de las últimas décadas han sido neutralizadas por el rápido crecimiento de la población. Somos muchos y el agotamiento de los recursos naturales y el aumento en la esperanza de vida vuelven a este mundo insostenible. Un ejemplo de ello es que la Cumbre de la Tierra de la ONU en 1992 decía que el consumo de los recursos clave superaba en 25% las posibilidades de recuperación de la tierra. Hoy esa cifra alcanza el 33%.
El viernes pasado, al escribir este artículo motivado por el Día Mundial de la Población, con cifras que arroja que ahora mismo somos 7 mil 200 millones y que en el 2050 seremos 10 mil millones de seres humanos sobre el planeta, leo en un periódico que una mujer de 63 años, madre de cuatro hijos y abuela de siete nietos ha dado a luz a su quinto hijo. A un lado de esa nota, alcanzo a leer otra que dice: “Científicos buscan crear el gen de la inmortalidad”… Vaya genios.







