Una opinión, una verdadEscrito por: Kevin Jared Martínez MárquezEllos no están contentosSoy católico, mis padres siempre me han infundido a Dios. Para nosotros Él es nuestro amigo, compañero y padre. Alguien que cuida de nosotros, alguien que está presente en los momentos maravillosos y en los momentos tormentosos. También soy muy devoto a San Judas Tadeo y a la Virgen Santa María de Guadalupe. En mi habitación tengo una repisa que me hizo mi papá, en esta tengo una estatuilla de San Judas Tadeo y otra de Nuestra Señora de Guadalupe. Cada domingo enciendo una vela blanca y le doy gracias a Dios, a todos los Santos que nos cuidan y a nuestros ángeles de la guarda, les agradezco su compañía y su perdón, les pido por nuestro mundo, por todo aquel que esté en problemas, que esté enfermo, por todas aquellas naciones que viven en guerra. Muchas personas me han criticado, debido a que dicen que hablo con un “mono de yeso” o con una “imagen inerte”. Yo solo les digo que son únicamente representaciones visuales, ya que todos ellos están siempre en mi corazón y pensamiento. Todo lo anterior tiene la misma función que una fotografía familiar, están ahí, para que nuestros recuerdos y pensamientos cobren vida. Muchos también me han dicho que no existen los Santos. Pienso que ellos fueron seres humanos como ninguno, fueron fieles servidores de la humanidad, portadores del bien. Es por esto que Dios les dio un nombramiento especial. Hasta el Dios más poderoso necesita compañía, ayuda. Muchas personas han ofendido a Dios y me han dicho que todo es mentira. Mi respuesta es siempre la misma: en caso de que sea mentira, al menos estoy creyendo en algo BUENO. Otros han dejado de creer en Dios, puesto que según ellos “no recibieron ninguna ayuda”. Yo les puedo decir, con tanta seguridad, que Dios sabe lo que necesitamos. No siempre lo que pedimos es lo ideal. Eso sí, Él siempre está al lado nuestro, abrazándonos. Un recuerdo viene a mí: mi padre me contó que en un lugar lejano, un hombre le pedíaayuda a Dios, puesto que todo su alrededor se estaba llenando de agua, mucha agua. Elhombre le pedía a Dios que lo salvara, y que así, impidiera que muriese ahogado. En eso, pasó un señor en un bote y le pidió al hombreque abordara, pero este rehusó. El hombre, un poco desesperado, continúo pidiéndole ayuda a Dios. Pasó otro bote y el hombre gritó que Dios lo salvaría. Pasó un tercer bote, pero también fue rechazado. Al final el hombre murió. Dios le dio tres oportunidades, le brindó ayuda. Muchos malentienden, algunas personas con problemas económicos piensan que Dios les va a enviar por mensajería un costal lleno de dinero, otros piensan que Dios les va a llamar por teléfono para decirles que ya tienen un empleo. Las cosas no son así. Todo está en las situaciones que se nos presentan. No solo tenemos que rezar, también se necesitan acciones de nuestra parte. Hay una religión en la que no permiten la asistencia de un médico, y piensan que con solo orar todo va a mejorar. No es así. Dios nos brindó a los que practican la medicina, para poder ayudarnos en nuestros malestares. También nos brindó a los escritores, a los deportistas, a los cantantes, a los pintores, cada uno tenemos una habilidad, todas ellas importantes. Dios y los Santos, ellos no están contentos, nuestro mundo se está sumergiendo en aguas negras, aguas malolientes. En nuestra sociedad reinan el dinero y el poder. Reinan la ignorancia y la vulgaridad. Reina la maldad. Tal vez no todos los que han leído este artículo creen en Dios, pero pienso que todos creemos en el bien. Todos somos una familia, debemos de tratarnos como tal, puesto que compartimos un mismo hogar, un mismo nido. Tratemos de volar juntos hacia un mejor mañana.







