Una opinión, una verdadEscrito por: Kevin Jared Martínez MárquezAcoso escolar: problema humanoEl Gobierno de la República, en México, ha implementado las “pláticas” y las “conferencias” como una herramienta para erradicar el acoso escolar, dentro y fuera de los planteles educativos. Como actual alumno, les puedo decir que esta herramienta no es funcional, para nada. Muchos de los niños y jóvenes, aproximadamente un 80%, no presta atención a lo que se dice en estas prácticas comunicativas, de adulto o experto a niño y joven. Muchos de ellos prefieren disfrutar de una siesta, otros gustan de utilizar el teléfono celular, algunos dan las primeras mordidas a sus emparedados, pero todos con un mismo objetivo: no escuchar la “plática” o la “conferencia”. Un 15% de los educandos presta atención, pero no la suficiente, además, para este porcentaje no es importante el tema del acoso escolar; suelen escuchar, pero como muchos dicen: les entra por el oído izquierdo y todo se desecha por el derecho. Ahora bien, en el 5% restante se encuentran los niños y jóvenes que prestan la atención suficiente y que ponen en práctica los consejos que se les brindan. Este pequeño número de alumnos son los niños y jóvenes con valores, aquellos que no causan problemas, aquellos que son útiles para nuestra vida en sociedad. Apreciémoslo bien, si las cifras están así, jamás, bajo ninguna circunstancia ideal, lograremos terminar con el acoso escolar: un problema propio del ser humano. Los buenos seres humanos nacen, nunca se harán o se convertirán. Las mentes limpias y puras nacen. Los jóvenes emprendedores nacen. Los niños dispuestos a ayudar a quien lo necesita nacen. Las personas de buena voluntad nacen. El verdadero ser humano nace. Por más que le hables a un niño-problema sobre la situación poco favorable que provoca, nunca entenderá. Los malos adoran la maldad. Los ignorantes adoran la ignorancia. Los violentos adoran la violencia. Nunca voy a decir que “somos” los culpables, no. Los únicos culpables son los padres de esos niños y jóvenes. Esos padres que evaden su responsabilidad. Esos padres sin tilde: los papas y las mamas. No soy experto en el tema, pero eso sí, soy un buen ser humano. Esto me otorga la libertad de opinar acerca de esos individuos que nos hacen daño.El daño está hecho. No soy pesimista, soy realista. He sido víctima del acoso escolar, pero nunca he permitido que me dañen, puesto a que me defiendo y creo en mi persona. Ningún comentario o situación va a provocar que el aprecio que tengo hacia mi persona se debilite. Sé quién soy, sé que quiero lograr. Maestros que me han conocido, se han referido a mí como un joven “educado de más”. Los maestros del siglo XXI le han puesto a la educación un límite. Ahora los buenos alumnos estamos “sobre educados”. Otros maestros se refieren a mí como un “ser anormal”, simplemente porque tengo excelentes notas, respeto a todos los que me rodean y porque no me gusta el futbol. Ellos prefieren apasionados a la pelota, que seres humanos. Dejemos en manos del destino nuestro futuro, porque difícilmente se puede terminar de armar un rompecabezas al que le falta una pieza. Esta fue solo una opinión, posiblemente, una verdad.