Marcos Durán FloresDogma de FeGracias totales   Era rock en tu idioma, música producida durante los inolvidables años ochentas, lejana época en que nuestra Hispanoamérica, siempre convulsionada, atravesaba porinterminables crisis económicas y políticas. Entonces ycomo un modo de evadirnos de esa difícil realidad, los jóvenes escuchábamos la radio o veíamos los programas de videos musicales que promovían una sola premisa: “Llena tucabeza de rock”. Y así lo hicimos, pero a 33 revoluciones por minuto, tal y como hacían los discos LP hoy extintos. En México, los grupos de rock en español eran liderados porel histórico El Tri que sacudía conciencias con “Niño sin Amor”. Junto a ellos, destacaban Caifanes y su “Célula que Explota”, El Gran Silencio, Los Amantes de Lola, Kenny y los Eléctricos con “Me quieres cotorrear”, Café Tacuba,Maldita Vecindad y Sombrero Verde, hoy Maná que en los años ochentas no nos aburría aun con su música. Pero de pronto y sin grandes avisos, una invasión musical llegó aMéxico para conquistarnos en forma pacífica. Se trataba deinvasores rockeros, grandes solistas y grupos de rockprovenientes de España, Argentina, algunos de Chile y uno de Panamá. De España, que despertaba del yugo del Generalísimo, llegóHombres G y hits como “Devuélveme a Mi Chica”. A ellos siguieron Ángeles del Infierno y su hit “Maldito sea tu nombre”, La Unión con “Lobo Hombre en París”, Barón Rojo, Jarabe de Palo, Toreros Muertos y su “Agüita Amarilla”, Nacha Pop, Radio Futura, Héroes del Silencio,El Último de la Fila, Veni Vidi Vici y Duncan Dhu queaseguraba que “En algún lugar de un gran país olvidaron construir un hogar donde no queme el sol y al nacer no haya que morir”. De Chile, Prisioneros promovía “Estrechez de corazón” y de Panamá, Océano apareció y desapareció de la nada dejándonos “Él Derramó su amor por ti”. De la Argentina, llegaron Enanitos Verdes con Marciano y su “Muralla Verde”, Miguel Mateos y Zas “Atado a un Sentimiento”, Abuelos de la Nada y sus “Mil Horas”, GITcon “Es por Amor”, Charly García y “No voy en Tren”, elFlaco Spinetta con “Todas las hojas son del viento”, Andrés Calamaro y Fito Páez. Pero de pronto y sin grandes avisos,apareció el mejor grupo de rock en español de la historia. Era Soda Stereo y el genio musical del gran Gustavo Cerati, que junto a Zeta Bosio y Charly Alberti instauraron un estilo elegante y eléctrico provocándonos una descarga fulminante.No me queda duda que Soda Stereo se adelantó a su época. Y es que al escuchar más de 25 años después cancionescomo “Vitaminas”, “Jet Set”, “Un Millón de Años Luz”, “De Música Ligera”, “Cuando Pase el Temblor”, “Nada Personal”, “Signos” o esa obra maestra que es “En la Ciudad de la Furia” llego a una sola conclusión: Cada día tocan mejor.  Pero si usted es un cuarentón como yo, lo invito a recobrar su juventud y los sueños del tiempo para evocar que alguna vez cantamos, bailamos y saltamos al escuchar “Persiana Americana” en el bar “La Vaca Pinta”. Pero en este mundo no hay felicidad completa. Gustavo Cerati, duerme un sueño eterno causado por un accidente cardiovascular ocurridohace ya cuatro años, un 15 de Mayo del 2010. Hace pocos días, al cumplirse un aniversario más del suceso, nos volvimos a entristecer al escuchar el informe médico queasegura que neurológicamente no ha tenido cambios significativos y que un ventilador mecánico da vida artificialal genio. Dueño de una personalidad que rayaba en la locura,al líder de Soda Stereo le perdonábamos todo. Su ego, su soberbia, sus excesos. Nos consuela saber que si hoysoportamos por simple necesidad a alguno que otro advenedizo, tolerar entonces al ilustre bonaerense era casi un gusto. Acaso a eso se refería el escritor estadounidenseRalph Waldo Emerson cuando dijo “El destino del genio es ser un incomprendido, aunque no todo incomprendido es un genio”. Han sido cuatro años de esperar un milagro, olvidando de pronto que los milagros no existen. A Gustavo Cerati no lo veremos volver; tampoco despertará cuando pase el temblor.A nosotros, a los que nos hizo y sigue haciendo vibrar con su genio musical; a los que a través de su música algún día vivimos la vida con arrojo solo nos resta decirle: ¡Gracias totales¡. @marcosduranf