Una opinión, una verdad
Escrito
por: Kevin Jared Martínez Márquez
por: Kevin Jared Martínez Márquez
El transporte en México
No hay que quejarnos cuando personas ajenas a nuestra
nación dan a conocer sus malas experiencias y perspectivas sobre México. De que
somos perezosos, lo somos; de que somos sucios, lo somos; de que hablamos
indebidamente, lo hacemos; de que en México reina la ignorancia, reina.
nación dan a conocer sus malas experiencias y perspectivas sobre México. De que
somos perezosos, lo somos; de que somos sucios, lo somos; de que hablamos
indebidamente, lo hacemos; de que en México reina la ignorancia, reina.
Digo “somos” porque, aunque hemos personas que no
cumplimos con esos denigrantes perfiles, todos formamos una sola nación.
cumplimos con esos denigrantes perfiles, todos formamos una sola nación.
Me dan lastima esas personas que no tienen sueños,
metas, ni mucho menos aprecio por ellos mismos. Siempre he soñado con un mundo
perfecto, lleno de personas trabajadoras, personas útiles. Pero bien dicen que
solo son sueños.
metas, ni mucho menos aprecio por ellos mismos. Siempre he soñado con un mundo
perfecto, lleno de personas trabajadoras, personas útiles. Pero bien dicen que
solo son sueños.
Hablemos un poco del transporte en México, que pienso,
desde mi perspectiva, es el principal factor que refleja la “pobreza” en
mentalidad del mexicano.
desde mi perspectiva, es el principal factor que refleja la “pobreza” en
mentalidad del mexicano.
Para comenzar, cuando tomas el autobús parece que te subes
a una carcacha abandonada. Con calcomanías en todas partes, imágenes religiosas
e incluso fotografías de los familiares del conductor. Sin contar los vidrios,
volantes y palancas rotos y la “mugre” que está en cada rincón: como si fuese
un medio de transporte privado o particular. Tenemos que recordar que es un
transporte “público”.
a una carcacha abandonada. Con calcomanías en todas partes, imágenes religiosas
e incluso fotografías de los familiares del conductor. Sin contar los vidrios,
volantes y palancas rotos y la “mugre” que está en cada rincón: como si fuese
un medio de transporte privado o particular. Tenemos que recordar que es un
transporte “público”.
En cuanto a las boquitas de los choferes, parece que
le ganan a la señora más grosera que pueda existir en nuestro país. Con unos
“pin…”, otros “chin…”, en fin, todo un desfile de malas palabras.
le ganan a la señora más grosera que pueda existir en nuestro país. Con unos
“pin…”, otros “chin…”, en fin, todo un desfile de malas palabras.
¿No deberían de portar un uniforme? Muchos dicen que
la presentación es lo más importante. Algunos choferes se suben al camión tal
cual se levantaron, otros hasta con gorras y pantaloncillos que utilizan
últimamente los jóvenes, lo cual no le da una buena imagen a nadie.
la presentación es lo más importante. Algunos choferes se suben al camión tal
cual se levantaron, otros hasta con gorras y pantaloncillos que utilizan
últimamente los jóvenes, lo cual no le da una buena imagen a nadie.
¿Melodías? Yo diría “ruido”. En primer plano, un autobús
no debería de implementar música, volvemos a lo mismo: es un transporte
público, no particular. Ojala fuera una música tranquila y relajante: para el
disfrute, sin embargo, ponen “cumbias” y algunos hasta “hip-hop” a todo
volumen.
no debería de implementar música, volvemos a lo mismo: es un transporte
público, no particular. Ojala fuera una música tranquila y relajante: para el
disfrute, sin embargo, ponen “cumbias” y algunos hasta “hip-hop” a todo
volumen.
¿Y el espacio? Cuando se trata de llenar el vaso con
agua, nuestros choferes en México ganan, sin duda alguna. Suben, suben, suben y
suben pasajeros hasta que el último quede exactamente sobre el primer escalón
para subir al autobús. Como sardinas en lata de a peso.
agua, nuestros choferes en México ganan, sin duda alguna. Suben, suben, suben y
suben pasajeros hasta que el último quede exactamente sobre el primer escalón
para subir al autobús. Como sardinas en lata de a peso.
Pero los choferes de los autobuses no son los únicos
que se van a llevar el premio, también tenemos a los taxistas, quienes quieren
uno de oro.
que se van a llevar el premio, también tenemos a los taxistas, quienes quieren
uno de oro.
Como platillo de entrada, tenemos uno de la alta mar,
los “taxistas piratas”, para todo aquel que disfrute del engaño y del robo.
los “taxistas piratas”, para todo aquel que disfrute del engaño y del robo.
Como postre tenemos a los “taxistas con carroza
destartalada”, para todo aquel que no está acostumbrado a cuidar de sus cosas,
o mejor dicho, de las cosas del “patrón”.
destartalada”, para todo aquel que no está acostumbrado a cuidar de sus cosas,
o mejor dicho, de las cosas del “patrón”.
Pero no se lo digamos al gobierno, ya que están muy
ocupados contando esos billetitos que se roban cada día: al parecer no tienen
tiempo para la ciudadanía. Al fin y al cabo no les importa esto del transporte,
ya que ellos no utilizan taxis, mucho menos un autobús, muy apenas un auto de
este año, muchos ya encargaron sus modelos 2015.
ocupados contando esos billetitos que se roban cada día: al parecer no tienen
tiempo para la ciudadanía. Al fin y al cabo no les importa esto del transporte,
ya que ellos no utilizan taxis, mucho menos un autobús, muy apenas un auto de
este año, muchos ya encargaron sus modelos 2015.
Esta fue solo una opinión, posiblemente, una verdad.






